La agencia MVT divulga imágenes del caso recibidas de forma anónima
Experto: a 14 de los 22 abatidos se les disparó a menos de 30 centímetros
Entregan anónimamente a agencia de noticias material fotográfico de los hechos
Ultimadas a muy corta distancia, 14 de las 22 víctimas de Tlatlaya
Los jóvenes fueron colocados a menos de un metro de las paredes de una bodega y les dispararon
La escena ‘‘fue totalmente manipulada, con cuerpos sembrados y desaparición de evidencias’’
Una de las imágenes de lo ocurrido en el poblado mexiquense de San Pedro LimónFoto Agencia MVT
Ninguno de los presuntos delincuentes tiene balazos en la cabeza; todos los impactos están entre el pecho y el abdomenFoto Agencia MVT
Imagen del sitio donde 22 personas perdieron la vida durante un
supuesto enfrentamiento con integrantes del Ejército el pasado 30 de
junio, en San Pedro Limón, municipio de Tlatlaya, estado de México.Foto Agencia MVT
Gustavo Castillo García con Información de la Agencia MVT
Periódico La Jornada
Viernes 26 de septiembre de 2014, p. 3
Catorce
de las 22 personas abatidas por efectivos del Ejército Mexicano en el
poblado de San Pedro Limón, en Tlatlaya, estado de México, fueron
colocadas a menos de un metro de las paredes de una bodega y los
militares les dispararon a corta distancia.
‘‘Para que un impacto de bala de ese calibre (de fusiles M-1) deje
un boquete en la pared luego de atravesar un cuerpo, se necesita que se
dispare a menos de 30 centímetros de la víctima’’, afirmó el
criminólogo José Luis Mejía Contreras al analizar el material
fotográfico de la escena del crimen, mismo que fue entregado de manera
anónima a la agencia de noticias MVT.
La escena donde supuestamente las 22 personas perdieron la vida
durante un enfrentamiento con los militares, el pasado 30 de junio,
‘‘fue totalmente manipulada; hubo cuerpos que fueron sembrados y se
desaparecieron evidencias.
‘‘Si la confrontación fue entre entre quienes estaban dentro y los
militares fuera de la bodega, había una distancia de entre 20 y 30
metros entre unos y otros, por lo que cualquier disparo de los
militares se tuvo que alojar en el cadáver, ya que ningún arma es capaz
de atravesar un cuerpo y luego impactar en la pared y dejar un
boquete.’’
Las imágenes entregadas a la agencia de noticias MVT corresponden a
momentos en los cuales los cuerpos y las armas que supuestamente se
utilizaron para agredir a los militares no habían sido levantados por
personal de la Procuraduría General de Justicia del Estado de México
(PGJEM), y en ningún momento los peritos colocaron letreros que
indicaran la existencia de casquillos de cartuchos percutidos por las
víctimas.
Ninguno de los presuntos delincuentes abatidos durante el
enfrentamiento, que según la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena)
duró tres horas, tiene disparos en la cabeza; todos los impactos se
registraron a la altura del pecho y el abdomen.
En el caso de las 14 personas que fueron llevadas hacia las paredes
de la bodega, el crimonólogo precisó que fueron colocados de pie, y en
las fotografías se observa que en cada caso se percutieron dos disparos
a una altura de entre 1.20 y 1.40 metros.
‘‘Uno de los datos periciales más reveladores es que las víctimas
presentan, todas, manchas de lodo en las rodillas, y otras más en el
pecho, y luego aparecen los cadáveres tirados sobre piedras en un
terreno totalmente seco.
‘‘A esas personas las sometieron, permanecieron más de media hora
hincadas, algunas más pecho a tierra; luego quizá los pusieron de pie y
entonces les dispararon a menos de 30 centímetros de distancia, lo que
provocó que los cuerpos fueran atravesados y las ojivas impactaran
contra las paredes, dejando un gran hueco’’, detalló Mejía Contreras en
el análisis realizado a petición de la agencia MVT.
Señaló
que nadie muere en un enfrentamiento con las piernas cruzadas, porque
la dinámica de movimiento que se presenta cuando alguien cae abatido en
un intercambio de disparos registra el llamado ‘‘trompo’’, es decir, el
cuerpo gira hacia el lado contrario del que recibió el impacto de bala.
‘‘En la escena que observamos a partir de las fotografías y la
manera en que fueron fijados los cadáveres, más de cinco cuerpos
cayeron totalmente de espaldas, uno más de frente, pero ninguno observa
el giro natural que se presenta al recibir un impacto de bala de grueso
calibre a más de 20 metros de distancia, lo que evidencia que esas
personas fueron sacrificadas en un sitio y luego arrastradas al lugar
donde se montó la escena, y a todos los tiraron de espaldas para hacer
creer que así cayeron, lo cual es imposible’’.
En cuanto al sitio donde fueron abatidos los presuntos delincuentes,
es una bodega recién construida, el piso es de tierra y tiene
materiales como grava y arena en todo el terreno. No tiene puertas,
para evitar que alguien observe hacia el interior; solamente cuenta con
dos accesorias sin cortinas.
Había tres camionetas en el interior, marcas Ford, Honda y Chevrolet
Cheyenne. A pesar de que supuestamente fueron utilizadas para disparar
contra los militares y resguardarse de los tiros de éstos, las unidades
no presentan daños graves. Incluso tres de los cuerpos fueron colocados
por delante de las puertas abiertas de los vehículos, como si en lugar
de protegerse trataran de impedir que las balas perforaran la
carrocería.
Sobre el supuesto sitio para mantener a personas privadas de su
libertad, consideró que nadie tiene secuestrada a una persona en esas
condiciones.
José Luis Mejía Contreras señaló que ni siquiera existe una lógica
en el tipo de armamento que ‘‘plantaron’’ a los cadáveres, pues
mientras las armas son negras, los cargadores son grises, ‘‘y esos sólo
los utilizan los militares’’.
En muchos casos las armas aparecen colocadas perfectamente alineadas
con los cadáveres, aparentemente sostenidas, o hasta los cargadores
extras que supuestamente usarían las víctimas estaban en paralelo con
los rifles.