El Estado ha buscado criminalizar a las víctimas, pero lo importante es cómo actúan agentes del Estado contra civiles y eso se tiene que investigar, estamos hablando de Tlatlaya, Ayotzinapa y este caso, en el que han actuado fuerzas federales, dijo la periodista.
(Foto: Karina Maciel)
En Apatzingán, Michoacán, el 6 de enero lo que sucedió fueron
dos masacres cometidas por Policías Federales, una a las dos y media de
la mañana y una a las 7:45 de la mañana. La versión oficial fue que hubo un desalojo y un supuesto fuego amigo entre un grupo determinado; la versión de las víctimas es que hubo ejecuciones extrajudiciales contra civiles desarmados, explicó la periodista Laura Castellanos, autora del reportaje “Fueron los Federales”.
En entrevista para Aristegui CNN, explicó que “en el Palacio Municipal de Apatzingán, había un plantón por un grupo de fuerzas rurales,
es decir, autodefensas legalizadas que habían sido registradas, que
trabajaban para el gobierno y que la mayoría formaban parte de un grupo
que se llamó G250”.
“Lo que hicieron fue buscar a ‘LaTuta’ en la sierra durante ocho meses.
Este grupo fue creado por el ex comisionado para la Seguridad en
Michoacán, Alfredo Castillo, y fue disuelto por el mismo Castillo
el 15 de diciembre, entonces ellos pusieron ese plantón, para exigir
que se desarticulara el cártel y que se detuviera la oleada de
incursiones de los ‘templarios’”, precisó.
Recordó que “ellos tenían tomado el Palacio, no pedían que se les reintegrara,
pedían que se frenara el espiral de incursiones por parte de los
‘templarios’, (pues) argumentaban que ahora la gente iba estar
totalmente vulnerable”.
“Y decían que durante el trabajo que estuvieron haciendo en la Sierra, las fuerzas militares estuvieron impidiendo su avance en las comunidades que se decía que se movía ‘La Tuta’”, añadió.
Distintos testimonios se preguntaban: “¿cómo era posible que el mismo gobierno estaba impidiendo la búsqueda y captura de ‘La Tuta’?”
Para realizar su investigación, “realicé alrededor de 44 entrevistas
y estas se hicieron con una diversidades de actores, en distintos
lugares, momentos, con gente que no se conocía entre sí”, dijo Laura.
“Entrevisté a familiares, a testigos circunstanciales, entrevisté a
personal del hospital y del Servicio Médico Forense (Semefo), y todas
estas entrevistas a lo que apuntan, es efectivamente a que Policías Federales cometieron ejecuciones extrajudiciales contra civiles desarmados, también tuve documentos que prueban”.
Y hay “seis actas de defunción, pero tres prueban que los cadáveres de tres personas fueron llevados a tres lugares distintos, tres ciudades distintas de Apatzingán, no hubo ningún cadáver ese día en le Semefo local. Se los llevaron a lugares de dos a tres horas de distancia”.
Detalló que “un acta prueba que uno se llevó a Zamora, otro a Lázaro Cárdenas y otro a Morelia, como si de esta manera se evitara que en un sólo lugar se concentrara todo el número de cadáveres para que no se supiera el saldo real y el daño que provocaron descargas con balas expansivas, detonadas a cortas distancias, según lo observó personal del Hospital Ponce” .
Respecto a los muertos, señaló que tenían “boquetes muy grandes y
algo importante es que los médicos, enfermeras, personas del hospital
que realizan distintas funciones, lo que observaron es que las heridas
presentaban lo que llamas tatuaje, es decir, una quemadura en la piel, y eso sólo sucede cuando el disparo se hace una distancia entre 10 y 20 centímetros”.
“Pienso que en este caso, estas dos masacres en Apatzingán, a diferencia de otros actos de represión por parte del Estado, cuenta
con un número excepcional de video y de gráficas de cómo procedieron
los Policías Federales, y da mayor respaldo al testimonio de los
entrevistados”, abundó.
“Las entrevistas se realizaron con 13 de los 44 liberados, en condiciones muy difíciles
porque prácticamente la gente está a salto de mata, aunque el juez los
exoneró de los delitos, ya han recibido amenazas y hostigamiento, y
aseguran que son perseguidos. Las entrevistas que se hicieron a pie de
carretera se tenían que detener, porque les avisaban con radio que iba
un convoy de Federales, y se tenían que esconder”, reveló.
Además, “civiles que no tenían nada que ver, también fueron detenidos”, y “mujeres y niños fueron heridos”.
Incluso, “un grupo de mujeres llegaron a preguntar al hospital por niñas heridas que se habían llevado los Federales y que no sabían dónde estaban”.
Después de esta investigación, la periodista espera que “se investigue” porque “todo esto apunta a un crimen de lesa humanidad
y ahí el Congreso estatal tiene obligación de investigar los hechos y
que la cadena de responsabilidades sea bien investigada y que se
detenga a los responsables”.
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