El
Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas informó que
nunca antes habían tenido un éxodo de esta magnitud y que el poblado de
Chavajeval vive una crisis humanitaria urgente, pues estas personas
requieren un lugar seguro en el cual resguardarse, alimentos y atención
médica. Foto Cuartoscuro
Claudia Altamirano (@claualtamirano)
noviembre 14 2018
El pasado 7 de noviembre se celebraba una asamblea comunitaria en el
pueblo de Chavajeval, del municipio El Bosque, en Chiapas. Se escuchó
una detonación, luego varios disparos. El recuerdo de una emboscada
ocurrida dos semanas antes, en la que dos hombres fueron asesinados,
provocó que los asistentes huyeran buscando refugio, pero no en sus
casas sino fuera de la comunidad: la población completa salió de ahí,
dejando el sitio como un pueblo fantasma.
Unas mil 800 personas pasaron esa noche moviéndose hacia la montaña,
buscando senderos hacia la cabecera municipal de El Bosque, donde
pudieran estar seguros. El rumor del éxodo y de la violencia que lo
provocó llegó hasta los sacerdotes Manuel Pérez y Helder López, quienes
acudieron a Chavajeval y se encontraron con un pueblo semidesierto, en
el que todavía estaba un cuerpo en avanzado estado de descomposición,
sin algunas partes que ya habían sido devoradas por animales.
De acuerdo con López Velasco, a su paso hallaron también algunas
familias que permanecieron ocultas en el pueblo y no habían salido en
tres días ante el temor de otro ataque armado. Una persona dijo haber
estado cuatro días sin comer. En otro punto hallaron a una mujer de 110
años que estaba perdida tras la partida de toda la comunidad. Los
clérigos se los llevaron a la cabecera municipal para ofrecerles
atención médica y refugio. Este desplazamiento forzado se suma a otros
que están ocurriendo en Chiapas, producto de ataques armados que los
campesinos no pueden repeler.
“Hasta ahorita no hay claridad, dicen que ya están investigando pero
todavía no hay nada. La comunidad andaba investigando sobre la muerte de
estas dos personas y surgieron disparos por varias partes. Ahí fue
donde toda la comunidad se dispersó y se fue por miedo. No saben quién
les dispara, por eso salen por miedo”, dijo el padre Helder López a Animal Político vía telefónica.
El Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas estima que
son mil 764 los indígenas tzotziles que huyeron del poblado, aunque el
padre calcula más de dos mil. Casi ninguno habla español, según el
párroco, y nunca antes habían tenido un éxodo de esta magnitud, en el
que todo el pueblo huyera de una sola vez. Por ello, el Fray consideró
que el poblado de Chavajeval vive una crisis humanitaria urgente, pues
estas personas requieren un lugar seguro en el cual resguardarse,
alimentos, atención médica y medicinas.
La crisis también ha fragmentado temporalmente a las familias, pues
los desplazamientos dispersos hacia comunidades de los municipios de
Chalchihuitán, Simojovel y San Cristóbal de Las Casas provocaron la
separación de grupos familiares que se encuentran buscándose entre sí,
advierte el Fray.En una acción urgente publicada este martes, la
organización relata que el pasado lunes acudió a la zona para conocer la
situación y constató que en las montañas continúan cerca de 500
personas desplazadas, “sin abrigo, techo, ni medicamentos, en su mayoría
son mujeres con sus hijas e hijos”, refiere el comunicado. De esas
mujeres, agrega, cuatro estaban embarazadas al momento de huir y una ya
tuvo el parto en la montaña. También están dos niños solos y dos
personas de 80 años.
En cambio, el pueblo de Chavajeval no tiene actividad humana desde
hace días, según el Fray. “Las casas se encuentran abandonadas sin daño
alguno, en los corrales algunos animales han muerto pero no hay
saqueos”, refiere el texto.
Este desplazamiento masivo ocurre al mismo tiempo que otros
registrados en meses recientes en los Altos de Chiapas, zona
predominantemente indígena y de origen tzotzil. El más reciente es el
del municipio de Aldama, de donde han salido unas 780 personas ante el temor de ser baleados por paramilitares que les disputan un territorio cafetalero y les disparan apenas salen a cosechar su café.
Tanto el Centro Fray como el sacerdote han urgido al gobierno estatal
a intervenir para cesar los ataques armados de paramilitares,
autodefensas y el crimen organizado contra los pueblos indígenas, que al
no poder defenderse abandonan sus pueblos y todo lo que tenían en
ellos.
De acuerdo con la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos, en 2016 se registraron 29 episodios de desplazamiento interno masivo en
México, 20 de los cuales fueron causados por la violencia. La mayor
parte ocurren en 12 entidades del país: Chiapas, Chihuahua, Durango,
Guerrero, Hidalgo, Jalisco, Michoacán, Oaxaca, Sinaloa, Tamaulipas,
Veracruz y Zacatecas.
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