Obispo de San Cristóbal demanda
paz con salida justa
El desplazamiento forzado ha provocado 12 decesos, señala el sacerdote Marcelo Pérez
El párroco de la iglesia de San Antonio de Padua,
en la localidad de Simojovel, y coordinador de la pastoral social de la
Diócesis de San Cristóbal de las Casas, Marcelo Pérez, llamó a todas las
iglesias, la sociedad civil y los gobiernos federal y estatal a unir
esfuerzos para terminar con la crisis humana en Chalchihuitán.
En entrevista con La Jornada, precisó que el desplazamiento
forzado hasta el momento ha producido 12 decesos y aún no retornan a sus
hogares más de mil desplazados por temor a la violencia.
Resaltó que, desde antes de asumir el cargo, el nuevo obispo de la
diócesis, Rodrigo Aguilar Martínez, se ha mantenido al pendiente de la
situación y está preocupado por que la paz pueda lograrse lo antes
posible.
Veo con mucha esperanza su presencia.
Disparos en intentos de retorno
Exhortó a la sociedad y a las organizaciones civiles a
seguir aportando víveres y recursos a las cuentas de Cáritas porque la
situación, tanto de quienes regresaron a su comunidad, como de la de
quienes aún no lo hacen, es precaria.
Ya pasó el tiempo de siembra, y lo poquito que tenían se echó a perder. Tampoco pueden ir a trabajar a sus tierras porque les disparan.
El religioso indígena comentó que el retorno “se dio con mucho
peligro, los disparos siguen, y quienes regresaron lo hicieron porque se
vieron obligados por desesperación. Hay ancianos que no comían por
depresión. Hay testimonios de jóvenes que fueron a sondear, antes del
regreso, cómo estaba su comunidad, pero les dispararon y corrieron a
refugiarse a las montañas.
El gobierno tiene que seguir creando condicionespara solucionar la situación y criticó que el fallo sobre el problema agrario que habría generado el conflicto se mantuvo tanto tiempo en secreto, que originó que el conflicto escalara.
La resolución benefició a Chenalhó, y los de Chalchihuitán están inconformes. Parece que hubo dolo del gobierno federal, ya que el acuerdo se firmó el 6 de noviembre y se dio a conocer hasta 14 de diciembre. Estuvo escondido más de un mes permitiendo desplazamientos y muerte, fortaleciéndose el grupo de Chenalhó, no sabemos por qué esa falla.
Fueron más de
tres mil los que regresaron y los mil desplazados que quedan. Si ya no hay disparos es posible que lo hagan.
En tanto, en San Cristóbal de las Casas, el obispo de ésta diócesis,
Rodrigo Aguilar Martínez, quien tomó posesión el pasado 3 de enero,
manifestó ayer que es
dolorosae
injustala situación de los desplazados de Chalchihuitán.
En entrevista colectiva, al concluir la misa, señaló que la Iglesia católica quiere
ayudar a que se restablezca la paz con una decisión justaen ese lugar, donde todavía permanecen desplazados mil 165 indígenas, a causa de un conflicto por límites territoriales que data de más de 40 años.
Agregó:
Si no se nota en las obras, la religión queda en el aire y se va; en cambio, si la fe se manifiesta en las obras concretas de nuestra vida, arraiga.
El obispo adelantó que el próximo sábado visitará el municipio de
Chalchihuitán, con el fin de platicar con sus pobladores y conocer la
situación de los desplazados.
El obispo atendió a los reporteros después de oficiar su primera misa
dominical en San Cristóbal. Debido a que la catedral está en
reparación, porque resultó dañada durante el terremoto del 7 de
septiembre pasado, la celebración se realizó bajo el sol en la Plaza
Catedral, como ocurre desde el evento telúrico.
–¿Cómo encontró la diócesis, cuáles son sus experiencias en estos primeros días? –se le preguntó.
–De gozo, porque la gente me ha recibido con mucho cariño:
sacerdotes, religiosos, laicos, ancianos, adultos, niños, blancos,
mestizos, indígenas. Todos me han recibido con mucho cariño; incluso,
algunos turistas, amable y respetuosamente también.
Agregó:
Asimismo, con dolor al saber de la pobreza de muchos; ver cómo andan descalzos y que agradecen cuanta cosita les dé uno, un dulce, una galleta...
Y más aún,
los desplazados que están en esta situación injusta. Me encontré con un grupoy el sacerdote Sebastián Pérez, párroco de Chalchihuitán, Dios mediante iré el sábado a visitarlos.
Foto Cuartoscuro
Carolina Gómez Mena y Elio Henríquez
Reportera y corresponsal
Periódico La Jornada
Lunes 8 de enero de 2018, p. 18
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