La explosión, como ronquido que sale de la tierra y todo vibra;
nunca sentí nada igual
Si no paran esto habrá contaminación, erosión y muerte:
habitantes de comunidades cercanas
Don Álvaro Cortez Plata ignora qué es el fracking,
pero su vivienda ha resentido los efectos de los temblores en la
comunidad de La Enramada, municipio de Los Ramones,
Nuevo LeónFoto Sanjuana Martínez
Sanjuana Martínez
Especial para La Jornada
Periódico La Jornada
Domingo 16 de marzo de 2014, p. 7
Los Ramones, NL, 15 de marzo.
Álvaro Cortez Plata no sabe lo que es el fracking, tampoco
tiene información sobre el llamado plan Monterrey VI, ni mucho menos
conoce el nombre de la trasnacional que contrató a Pemex para extraer
gas shale de este pueblo, pero desde el pasado octubre ha
sentido un centenar de veces que la tierra se mueve; un temblor que
empieza con una especie de bramido, seguido de un vaivén como de olas
de mar y, finalmente, de un crujido que cuartea paredes, rompe vidrios
y levanta los pisos.
Es un ronquido que sale de la tierra, una explosión; vibra todo, algo que nunca había sentido en lo que llevo de vida, dice este campesino de 64 años mientras muestra las grietas de su casa de adobe, ubicada en este municipio, epicentro de los sismos, a 80 kilómetros al norte de Monterrey. Su hija, Argelia Sanjuanita, muestra los destrozos del interior:
Todavía anoche y a las ocho de la mañana de hoy, sentimos otros temblores. La gente que vive cerquita del pozo tiene peor sus casas, algunas ya se derrumbaron.
Se refiere al pozo Tangram I, ubicado al norte del ejido Campestre
Zambrano, por el camino real, frente a las rancherías La Peña y La
Fresadita. Es uno de las decenas de pozos perforados en la cuenca de
Burgos para extraer ese hidrocarburo bajo el sistema de fracking (fractura hidráulica) que ocasiona los movimientos telúricos y la contaminación de millones de litros de agua.
La relación fracking-temblores le queda clara a los vecinos y al juez de barrio del ejido Las Enramadas, Agustín Jaime de la Cruz Tijerina:
los sismos empezaron junto con la perforación de los pozos. Los que quieren el gas son los gringos, es una multinacional que contrató a Pemex, pero las pipas no tienen logotipo. Aquí hay 100 casas con familias y ya todas están dañadas. ¿Quién nos va a pagar? El municipio informa que el gobierno del estado, pero éste dice que no tiene nada qué ver, y Pemex se exculpa y dice que no tiene porque pagarnos nada.
Con la reforma energética de Enrique Peña Nieto, Pemex tiene
contemplados en la franja de la cuenca de Burgos que corresponde a
Nuevo León, unos 10 mil pozos explotados por trasnacionales
extranjeras, por eso el gobernador Rodrigo Medina advirtió que es sólo
el principio.
Este municipio, cuyo subsuelo es rico en hidrocarburos, está rodeado
por ríos: el San Juan, de caudal permanente, atraviesa el municipio en
el sur, y el Pesquería pasa por la parte central, junto a los arroyos
de Ayancual y Mojarras, algo que preocupa a sus habitantes por la
inminente contaminación del agua.
Yo estaba chiquillo cuando aquí andaban los gringos sacando gas, pero no había temblores, tenían otros métodos. Los gringos no querían gas, sacaban aceite para hacer gasolina, dice don Homero Rodríguez Guajardo, que anda
pisando los 90 años, y se muestra molesto porque ahora su casa esta
rajada.
El epicentro de la actividad sísmica se encuentra entre los
municipios de Los Ramones, General Terán y Anáhuac, en un radio de 60
kilómetros a la redonda donde la perforación de decenas de pozos ha
dejado este territorio como queso gruyere:
Ahorita hay unos siete pozos que están explotando; se encuentran en El Rebaje, y ya están sacando gas en Rancho Nuevo, El Carrizo y Los Horcones. Haciendo aire, zumba, por las llamaradas. Tenemos dos o tres sismos por día. Los techos se están empezando a mover. Mire las grietas, dice Claudia Yadira Leal Carrasco, de Las Enramadas, la zona más dañada está junto a los ejidos del sur, como La Conquista, Los Ayala, Los Ebanos, El Porvenir…
Desde la última llanura del estado, la sierra Papagayos, rumbo a la
frontera con Estados Unidos, se divisan las fumarolas de los pozos
perforados por Pemex para extraer el gas shale, pese a que el
alcalde panista, Sergio Gómez Castillo, ha dicho que los trabajos se
habían suspendido, debido a la alarma de la población y para hacer
estudios sobre el fracking.
Pero el padre del anterior alcalde del mismo partido, Santos Salinas Garza, fue detenido hace unos meses por el delito de
posesión ilícita de hidrocarburos. De acuerdo con la averiguación previa AP/PGR/NL/ESC/2576/D/2012, lo capturaron con otros tres hombres, en un tractocamión y un semirremolque con combustible robado; traían 36 mil 718 litros de gasolina Magna, 2 mil 214 litros de diesel, 50 litros de gasolina Magna UBA, 71 mil 210 pesos en efectivo, mangueras y adaptadores para descargar el combustible.
A los vecinos del ejido Garza González no se les olvida que algunos
funcionarios se siguen beneficiando de la situación, por eso desconfían
de la autoridad municipal.
La mesa ejidal nos dio sólo 5 mil pesos a los vecinos para que Pemex entrara a nuestros terrenos a perforar pozos, pero sabemos que allí hay mucho más dinero, dice Elías González, quien vive seis meses en el pueblo y el resto trabaja en Dakota del Norte.
Su casa está seriamente dañada. Ha gastado 23 mil pesos en reparar el piso. Los recientes sismos provocaron el levantamiento y
quebraderode las baldosas de varias habitaciones. Las grietas abundan en paredes y techo:
Los que andan perfore y perfore, desde hace dos años, son los de Pemex. Son ellos los que están atravesando por muchas labores (terrenos de siembra). Aquí es peor la impunidad. Yo sólo alcancé 5 mil pesos, pero no sabemos con cuánto se quedaron los de la mesa de la comunidad. Son los que se están quedando con el dinero, por eso Pemex no quiere asumir nada. ¿Y a nosotros quién nos paga los daños?
Según los registros de la Estación Sismológica de la facultad de
Ciencias de La Tierra de la Universidad Autónoma de Nuevo León, ha
habido más de cien sismos, el más reciente de 4.5 grados en la escala
de Richter, una intensidad que puede aumentar hasta llegar a más de 8
grados, según advierte el ecologista Guillermo Martínez Berlanga, quien
lleva años recorriendo la zona afectada por el fracking.
“Son sismos consistentes que ocurren cada rato por la actividad
humana orientada a perforar profundamente en la tierra, sin prever las
consecuencias. Quieren extraer el gas shale de la tierra y no
en los océanos, que es donde deberían estar, pero es más caro y las
trasnacionales no quieren gastar. Monterrey VI es un plan maquiavélico
y aberrante, una verdadera mentada de madre”, dice en entrevista con La Jornada.
Explica que la técnica del fracking o fractura hidráulica
consiste en romper el depósito hidráulico de la tierra con unos 15
millones de litros de agua, arena y 85 elementos químicos contaminantes
a fin de romper o fracturar piedras o lutitas a la profundidad de 4 mil
500 metros: “rompen las capas hidráulicas, se genera el gas shale,
ellos lo absorben, lo almacenan y es oro molido, pero se queda dentro
el agua contaminada y afecta los mantos acuíferos. No están pagando el
agua, no están pagando los daños, les sale barato en México, mientras
11 países han prohibido este sistema”.
Para la perforación de los 10 mil pozos se cuenta con el proyecto
hidráulico Monterrey VI, un acueducto de 365 kilómetros que
supuestamente garantizaría por 25 años el abasto con un costo de 17 mil
616 millones de pesos, 36 por ciento más de lo anunciado en un
principio, con agua contaminada del río Pánuco: “Dios nos agarre
confesados y confesos, porque si se contamina todo, no vamos a tener
agua. Con el fracking van a dejarnos los contaminantes más
perros del mundo. Si no paran esto, el futuro será de temblores,
terremotos, mucha contaminación y, a largo plazo, desertificación,
erosión y muerte”.
Los sismos están generando movimientos telúricos en la presa El Cuchillo:
un temblor más intenso provocaría el desbordamiento de la presa, y como consecuencia la desaparición del municipio de China. No quiero ni pensar en eso. Hemos solicitado que paren un momento las perforaciones para ver qué está pasando. Ya están inactivos, aunque dicen que siguen, dice de manera confusa el profesor Simón Enrique Rodríguez Tijerina, secretario del ayuntamiento de Los Ramones.
Para Juan Alberto Hernández Arreola, de la Alianza Mexicana contra el Fracking, las perforaciones deben suspenderse inmediatamente:
Nos alarma la cantidad de miles pozos que se manejan. Con sólo 4 mil ya es una presa de La Boca y media. A diferencia de Estados Unidos, donde las trasnacionales pagan cantidades millonarias por los terrenos, aquí a la gente, por quitarle sus tierras, no le están dando nada. Es un problema social, no solamente ambiental. Exigimos que se prohiba esa práctica y se vean opciones de energías renovables.
En el ejido Repueblo de Oriente, los niños de la escuela General
Álvaro Obregón estaban preparando el concurso de la Reina de la
Primavera cuando llegó el sismo. Pánico y llanto aún permanecen. La
escuela quedó cuarteada, con vidrios quebrados. La mayoría de las
construcciones de esta zona son pobres, no están preparadas para
resistir actividad sísmica, por eso Fidel Uriegas García, trabajador
del plantel, solicita apoyo.
No hay quien se haga cargo, nadie quiere reconocer nada.
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