24 sept 2009

El corredor de la inseguridad

La decisión colombiana de facilitar siete nuevas bases militares en su territorio a Estados Unidos, con el argumento de la lucha contra el narcotrá- fico y la insurgencia, agita las aguas políticas en América Latina. Los gobiernos progresistas de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) manifiestan su preocupación y reaccionan. Pues esta nueva arquitectura de seguridad, complementada en el norte del continente latinoamericano por la Iniciativa Mérida, aparece como el brazo armado de un diseño hegemónico en pos de mercados, territorios y recursos.

Adriana Rossi*

La V Cumbre de Líderes de América del Norte (9 y 10 de agosto pasado, en Guadalajara, México), en la que participaron el primer ministro de Canadá, Stephen Harper, y los presidentes Barack Obama, de Estados Unidos, y Felipe Calderón, de México, fue en cierto modo decepcionante. El golpe de Estado en Honduras mereció una mención sin gestos significativos, y temas espinosos y de gran interés para los mexicanos, como la migración, quedaron para el futuro (1). A pesar de ello, el presidente Calderón se mostró satisfecho por el fuerte espaldarazo recibido de Obama, en lo referente a una problemática que lo tiene jaqueado y que pone a México en riesgo de terminar siendo considerado un Estado “fallido” (2): el combate al narcotráfico (Boyer, p. 3).

Calderón, quien mantiene con las fuerzas armadas de su país un trato de especial favoritismo, movilizó desde un comienzo a los efectivos militares y creó en 2007 una fuerza especial del ejército bajo su supervisión (3). También pensó, o fue ayudado a pensar, en un instrumento de mayor alcance para frenar y terminar con la ola de violencia: el Plan México.

Rebautizado Iniciativa Mérida para evitar cualquier suspicacia y los posibles y poco agradables paralelismos con el Plan Colombia, la iniciativa fue aprobada por el Congreso estadunidense y firmada por el presidente George W. Bush, el 30 de junio de 2008.

*Doctora en Filosofía, investigadora
asociada al Programa Drogas y Democracia
del Transnational Institute (TNI,
Amsterdam) y profesora de la maestría en
Uso Indebido de Drogas de la Facultad
de Psicología de la Universidad de Buenos
Aires. Ex secretaria ejecutiva de la Red
Latinoamericana de Reducción de Daños
(RELARD). Especialista en la temática
política y social del narcotráfico y en
doctrinas militares.
© Le Monde diplomatique, edición
cono sur

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