9 feb 2010

“No hay delito que perseguir”: Magistrados del Edomex

Liberan al asesino de Nadia, a pesar de sentencia de 42 años

Por Guadalupe Cruz Jaimes

México, DF. 9 feb. 10 (CIMAC).- Magistrados del Tribunal Superior de Justicia del Estado de México emitieron ayer una sentencia absolutoria a favor de Isidro López Gutiérrez, apodado “Matute”, quien en octubre pasado fue señalado como uno de los dos responsables de la muerte de Nadia Alejandra y condenado por este hecho a 42 años de prisión.

En su veredicto, Alfonso Velásquez Estrada, Rodolfo Antonio Becerra Mendoza y Leobardo Miguel Martínes Soria, magistrados de la Primera Sala Colegiada Penal de Tlanepantla, concluyeron que no hay delito que perseguir, por lo que además de dejar en libertad a “Matute”, se cierra la posibilidad de que Bernardo López Gutiérrez, hermano de Isidro y cónyuge de Nadia Alejandra, quien está prófugo desde el crimen, sea detenido.

Nadia, de 24 años de edad, fue asesinada por su esposo, Bernardo López Gutiérrez, y su cuñado, “Matute”, según los testimonios de los hijos mayores de Nadia y Bernardo, César y Andrés, de nueve y diez años de edad, quienes junto con su hermana de siete años presenciaron el crimen registrado el 12 de febrero de 2004 en el municipio mexiquense de Villa Nicolás Romero.

Según las declaraciones de los niños –quienes en ocasión del crimen tenían cuatro y cinco años de edad– ampliadas en dos ocasiones durante la averiguación que se cerró el pasado 8 de septiembre, los hermanos Bernardo e Isidro golpearon a Nadia, la introdujeron a la cisterna, enredaron una soga a su cuello y la colgaron de una viga en el baño de su casa, simulando un suicidio.

Dos semanas después de la tragedia, María Antonia Márquez, madre de Nadia, y los dos hijos mayores de la joven y Bernardo, rindieron su declaración ante las autoridades mexiquenses sobre como fueron los hechos, y atestiguaron también respecto a la violencia que en vida sufrió Alejandra y los niños, a manos de quien fue su pareja.

Tras cinco años y siete meses de investigación, el pasado 8 de octubre, Felipe Landeros Herrera, Juez Tercero de lo Penal en Cuautitlán Izcalli, Estado de México, declaró culpable a Isidro López Gutiérrez del delito de homicidio doloso con todas las agravantes y lo sentenció a 42 años de prisión.

Una semana después, la defensa de “Matute” apeló la sentencia. Y ayer los representantes del Tribunal Superior de Justicia mexiquense revocaron el fallo de Landeros Herrera, con base en los dictamines realizados por la Procuraduría General de Justicia del Estado de México (PGJEM), a pesar de que en ellos, el personal de la dependencia incurrió en irregularidades, calificadas como “errores humanos”.

“ANOMALÍAS” EN LA INDAGACIÓN

Desde el levantamiento del cuerpo, personal de la PGJEM cometió “graves anomalías” como “el extravío” de la soga y la agujeta con que Nadia fue asfixiada, señaló a Cimacnoticias Noé Guillén, perito en criminalística, quien realizó el dictamen por el cual consignaron la averiguación previa por el homicidio de la joven, en febrero de 2005.

También destacó que la casa donde ocurrió el asesinato no fue sellada lo que permitió que, días después del homicidio, familiares de Bernardo e Isidro quemaran lo que había en la casa de Nadia, lavaran la cisterna y hasta le colocaran una tapa nueva.

“Los magistrados no retoman estos elementos, en realidad su veredicto se basó en descalificar los testimonios de los niños, argumentando que fueron aleccionados y por lo tanto carecen de valor probatorio”, señaló Marcos Francisco López González, coordinador del Área Jurídica de la Oficina de Defensa de los Derechos de la Infancia (ODI).

Asimismo, los magistrados refieren que “los dichos de los niños se contradicen con los hechos, cuando declararon que su mamá fue golpeada por su tío y su papá, porque Nadia no tenía lesiones al momento en el que hallaron el cuerpo”, dijo en entrevista López González, asesor jurídico de la madre de la joven.

La sentencia de los magistrados indica que “Matute” y Bernardo no pudieron meter a Nadia a la cisterna, porque ella no cabía. A decir del coordinador del área jurídica de ODI, los argumentos de los magistrados son limitados, no se basan en un análisis de todos los elementos del caso, tan sólo retoman la anómala investigación realizada por la PGJEM.

López González añadió que los representantes del Tribunal también indican que el peritaje realizado por Noé Guillén, el cual concluye que la mexiquense fue asesinada, “tienen inconsistencias metodológicas y es tendencioso”.

En su veredicto, los magistrados dejan de lado las irregularidades en el proceso, así como el valor del testimonio de los niños, los cuales según los peritajes psicológicos realizados por personal de Fiscalía Especial para la Atención de Delitos de Violencia contra las Mujeres y Trata de personas, el año pasado, no mienten respecto al asesinato de su madre, por el contrario muestran síntomas del trauma ocasionado por este hecho.

A decir del abogado David Peña –quien junto con su colega Karla Michel Salas llevó a la Corte Interamericana de Derechos Humanos tres de los ocho casos de feminicidio ocurridos en Campo Algodonero, Ciudad Juárez– las “graves” irregularidades en este caso son frecuentes en las investigaciones de feminicidio en el país.

Pues, aseguró que las autoridades “pretenden mantener en la impunidad los asesinatos de mujeres; no se analizan sus implicaciones sociales y políticas, y no sólo se consideran un homicidio más, sino que además responsabilizan de los hechos a la propia víctima”.

En tanto, María Antonia Márquez se manifestó indignada que tras la sentencia absolutoria, emitida por los magistrados, además de sentirse profundamente agraviada por quienes están encargados de impartir justicia en el estado, teme por la integridad física y emocional de ella y su familia.

Y es que, durante el tiempo que duró el proceso, la familia de la joven fue hostigada por los hijos de Isidro, quienes se estacionaban frente al domicilio de la señora Márquez por varias horas.

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