15 jun 2011

Secretaría de Marina niega desaparición forzada en Nuevo León.


Se teme otra en Nuevo Laredo. En Guerrero no aparece un periodista
  • Esta semana inició con las declaraciones de la Secretaría de Marina quien cometió actos violatorios a los derechos humanos de José Humberto Márquez Compeán, detenido y luego encontrado muerto. En Nuevo Laredo fue detenido José Fortino Martínez por elementos de la Marina; sus familiares y amigos temen sea un caso de desaparición forzada. En Guerrero no hay noticias de Antonio López Ortíz, jefe de información del Periódico Novedades.
La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) sostiene la postura de que la Secretaría de Marina (Semar) cometió actos violatorios de los derechos humanos en el caso del presunto narcomenudista detenido el 21 de marzo de 2010 en Nuevo León y un día después encontrado muerto.
La reiteración se da en referencia al comunicado emitido por Semar el lunes pasado en el que explica que el personal naval limitó su actuación a brindar apoyo a la autoridad municipal de Santa Catarina, Nuevo León, para transportar personas heridas y a un detenido, que fueron trasladados bajo la custodia del director de la Policía de esa localidad.
Pese a ello, la CNDH no ha recibido ninguna respuesta oficial de la Semar en torno a la aceptación o no de la recomendación 34/2011, en la que se señala como probables responsables de actos contra los derechos humanos, incluso de tortura, a elementos de la Marina.
Marat Paredes, segundo visitador de la CNDH, explicó las contradicciones con las evidencias que ellos tienen y lo que señala Semar. Dijo que el organismo basó su investigación en los testimonios de los policías que participaron, así como en el del otro detenido, quienes estuvieron en el lugar de los acontecimientos.
El 21 de marzo de 2010, un presunto narcomenudista y su comprador iban a ser trasladados, bajo el mando del secretario de Seguridad Pública Municipal, a la Procuraduría General de la República. El convoy sufrió un atentado que los obligó a regresar a la base de la Secretaría de Seguridad Pública de Santa Catarina, para solicitar apoyo a los marinos.
Éstos llegaron con un helicóptero y en un video se observa claramente cómo el presunto narcomenudista va esposado, transportado y custodiado por elementos del personal naval. Según los datos de la CNDH, del helicóptero no baja al narcomenudista.
Al siguiente día, a las 07:00 de la mañana, en San Nicolás de los Garza, en la colonia Palmas Diamante, dicha hombre aparece muerto, golpeado, pero, además, según la CNDH, con lesiones en cara y glúteos similares a las de las personas que reciben tortura, y golpes en el abdomen que le provocaron lesiones muy fuertes en los riñones; tenía signos de asfixia. “Un trato cruel del que fue objeto y que fue el que le ocasionó la privación de la vida”, dijo Marat Paredes.
De acuerdo con la Semar, con oportunidad y antes de cualquier requerimiento de información o recomendación, se dio vista al agente del Ministerio Publico Militar para que iniciara la averiguación correspondiente y se dio aviso al Órgano Interno de Control.
La recomendación 34 2011 de la CNDH establece que aunque no se sabe quién torturó y privó de la vida a Márquez Compeán los elementos de la Marina son responsables pues ellos tenían que haber sido los garantes de su seguridad al haberlo transportado en un helicóptero de la Institución. La Marina señaló que en su momento ofreció información de lo ocurrido en el sentido de que sólo se apoyó a las autoridades lo cales en el traslado y nunca tuvo al detenido bajo su custodia.
Temen desaparición forzada en Nuevo Laredo
José Fortino Martínez Martínez fue detenido el 5 de junio de 2011 en Nuevo Laredo, Tamaulipas, México, por miembros de la Marina mexicana. Ni su familia ni una organización local de derechos humanos saben dónde se encuentra, y temen que sea víctima de desaparición forzada.
Según varios testigos presenciales, el 5 de junio de 2011 José Fortino Martínez Martínez fue detenido por miembros de la Marina mexicana, que llevaron a cabo un asalto nocturno sin orden judicial a su casa del barrio de Arturo Cortés Villada, en Nuevo Laredo, en la frontera con Estados Unidos. Los marinos lo obligaron a entrar en un vehículo militar y se lo llevaron.
Su esposa, Oralia Guadalupe Villaseñor, y otros familiares han tratado de obtener información sobre su paradero, pero las autoridades han negado tener conocimiento de su detención o del lugar donde se encuentra recluido. Con la ayuda de una organización local de derechos humanos, el Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo, la familia presentó una denuncia ante la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), con sede en Ciudad de México, y ante la Procuraduría General de la República (PGR). También pidió información a la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO) de la PGR en Ciudad de México, que también negó todo conocimiento de la detención de José Fortino Martínez Martínez. Los familiares, acompañados por algunas autoridades municipales y de la PGR, visitaron la base de la Marina situada a las afueras de Nuevo Laredo, en Villa Hidalgo, estado de Coahuila. Allí, un miembro de la Marina se negó a recibir la notificación de la denuncia penal o a facilitar información sobre el paradero de José Fortino Martínez Martínez.
La policía y las fuerzas de seguridad, incluidas unidades del ejército y la marina, detienen habitualmente, sin orden judicial, en las zonas más violentas del país, a sospechosos de estar relacionados con organizaciones delictivas. Sin embargo, según la información recibida por Amnistía Internacional, no parece haber una razón clara para la detención de José Fortino Martínez Martínez. (Haz clickaquí para firmar la Acción Urgente)
Periodista desparecido en Guerrero
Marco Antonio López Ortíz se desempeña como jefe de información del periódico Novedades que se distribuye en el estado de Guerrero (Sureste). El medio confirmó que López Ortíz se encontraba en un bar de aquella ciudad, cuando alrededor de las 11:30 un grupo de personas desconocidas lo capturó. Desde entonces no hay noticias sobre su paradero. Los familiares han interpuesto una denuncia formal ante la Ministerio Público de aquel estado. El caso se suma a la larga lista de agravios en contra de periodistas y medios de comunicación en Guerrero.
Guerrero se ha convertido en uno de los estados más peligrosos para ejercer la libertad de prensa. En 2009 se registró el asesinato de dos periodistas, Jean Paul Ibarra Ramírez y Juan Daniel Martínez Gil. Durante 2010 fueron asesinados los periodistas Jorge Ochoa Martínez, Evaristo Pacheco y Juan Francisco Rodríguez Ríos. En 2010 también tuvo lugar el ataque en contra de las instalaciones del periódico El Sur de Guerrero, cuyo personal continúa siendo amenazado hasta la fecha. Todos y cada uno de estos casos permanecen en completa impunidad.
En este sentido, resulta urgente que el gobierno estatal emprenda las medidas necesarias para atender con la celeridad que demanda éste y otros casos. De igual forma, se requiere un papel más activo por parte de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, es insuficiente que su actuación se limite a pedir “que se respete la vida del reportero”. (Para leer más, haz click aquí)



Esta recopilación también puede ser consultada en: Sididh

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