30 ago 2011

Además de laborar fuera de casa, en promedio dedican 21 horas a la semana a tareas del hogar


Alertan sobre las desventajas que afrontan, pues reciben mala paga y no gozan de seguridad social

Cada vez más mujeres trabajan, pero son orilladas a hacerlo en la informalidad


Patricia Muñoz Ríos
Periódico La Jornada
Martes 30 de agosto de 2011, p. 16

Con un pronunciamiento por el cese a la violencia, se inició hoy la novena Reunión internacional de estadísticas sobre uso del tiempo y políticas públicas, donde representantes de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), el Fondo de Desarrollo de Naciones Unidas para la Mujer (Unifem) y el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) señalaron que en el país es difícil el acceso de las mexicanas a empleos formales, y que la mayoría se mantienen en la informalidad.

Indicaron que no se reconoce el valor económico del trabajo no remunerado que realizan las mujeres, y destacaron que 60 por ciento de las trabajadoras encuentran en la informalidad una forma de sobrevivencia. Incluso muchas de las que laboran en la economía formal no cuentan con seguridad social, programas de cuidado materno u otros beneficios.

En este encuentro, que se realiza por novena ocasión, los especialistas indicaron que el trabajo de las mujeres como mano invisible no remunerado, impacta positivamente las economías.

La presidenta de Inmujeres, Rocío García Gaytán, expuso que en el país falta equidad de género, ya que no se han concretado mejores políticas públicas que contribuyan a conciliar la vida laboral, personal y familiar de las trabajadoras.

En el acto, la titular del Inmujeres destacó que el trabajo doméstico no remunerado sigue siendo el obstáculo para el pleno desarrollo de la población femenina. Por ejemplo, 6.4 por ciento de los hogares mexicanos tienen la posibilidad de contratar una trabajadora doméstica, un chofer o un jardinero; sin embargo, en la mayoría de los hogares esos trabajos los hacen las mujeres sin obtener ingreso alguno.

García Gaytán explicó que la contribución de las mujeres todavía es indispensable en el hogar, a pesar del mayor acceso de las personas de sexo femenino a la educación y el trabajo.

En tanto, la directora de la División de Asuntos de Género de la Cepal, Sonia Montaño, hizo ver que el cambio en la pirámide poblacional está generando modificaciones en la forma de asumir el trabajo doméstico por las mujeres.

La directora de la ONU Mujeres para la región de México, Centroamérica, Cuba y República Dominicana, Ana Güezmes, apuntó que en América Latina el Instituto Nacional de Geografía e Informática (Inegi) es pionero en la presentación de estadísticas confiables en esta materia.

En el acto se señaló que las actividades que se realizan en el hogar –en su mayoría por mujeres– son consideradas como no trabajo, modalidad que se conoce también como actividades del cuidado. Además, no se calcula el valor y el volumen del trabajo no remunerado de los hogares, el cual forma parte del sistema nacional de cuentas oficiales, aun cuando incrementa en forma significativa la base estadística con enfoque de género y no sólo para el país.

De igual manera se hizo ver que la participación femenina en la fuerza laboral aumentó de 35 a 53 por ciento: que continúa la doble jornada y que las trabajadoras son cada vez más pobres de tiempo, con la consecuente violación de los derechos laborales de las mujeres.

Dolores de los Ángeles Názares, presidenta de Equidad y Género de la Cámara de Diputados, indicó que la Encuesta nacional de la dinámica de la relación en los hogares dará datos específicos respecto de los tres órdenes de gobierno sobre la situación de las mujeres. La generación de estos indicadores dará respuesta concreta a problemas específicos de equidad y género, dijo.

A su vez, Luis Beccaria, director de la División de Estadística y Proyecciones Económicas de la Cepal, indicó que el Inegi es un aliado importante por su contribución a la generación de información, por sus reconocidas técnicas y metodologías; mientras, Ana Güezmes expuso que la región deberá contar con indicadores armonizados que permitan alcanzar los objetivos de la valoración de la contribución de las mujeres.

La presidenta de Inmujeres, Rocío García Gaytán, plantó que las encuestas de uso del tiempo y otros instrumentos diseñados por el Inegi permiten conocer que en México el valor del trabajo no remunerado es parte fundamental del producto interno bruto y se ha incrementado; hoy es más alto que el de la manufactura.

Sabemos que las mujeres ocupadas en el sector informal dedican, en promedio, 21 horas a la semana a cuidar sin pago a niñas y niños, personas mayores o enfermas, y en el formal, 19 horas, expuso, en tanto Eduardo Sojo, presidente del Inegi, hizo ver que las estadísticas son fundamentales para saber de la contribución de las mujeres a la economía y del trabajo remunerado y no pagado que aportan al país.

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