Jueves 25 de agosto de 2011, p. 10
Dos empresas de seguridad privada del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), la Policía Federal (PF) y la compañía Aeroméxico se encuentran sometidas a investigación por parte de la Procuraduría General de la República (PGR), ante la detención en el aeropuerto de Barajas, España, del copiloto Rubén García García, quien fue encontrado en posesión de 42 kilogramos de cocaína que trasladaba en su equipaje.
Fuentes aeroportuarias indicaron que la maleta de García no ingresó por los filtros de inspección de viajeros o de tripulación. Llegó directamente a la zona de equipaje de la aeronave por el área de plataformas, sitio donde la Policía Federal es responsable directa y está encargada de coordinar las acciones de inspección.
Es decir, se presume que el copiloto tomó la maleta cuando ésta se encontraba ya en la banda de equipaje del aeropuerto de Barajas.
Tras la detención del copiloto, la PF reforzó sus mecanismos de vigilancia e inspección en el aeropuerto capitalino, mientras las empresas de seguridad privada que ahí laboran no modificaron sus operaciones.
Las pesquisas de las autoridades judiciales involucran a cuando menos 12 custodios de estas compañías y a policías federales, pues la maleta en cuestión, aunque llegó a la zona de plataforma, debió pasar por varios filtros de revisión y se desconoce si ello ocurrió. La propia Aeroméxico revisa sus mecanismos de vigilancia y sus protocolo de seguridad.
Por las primeras indagatorias se observa que el modus operandi del copiloto García –detenido el jueves pasado- fue diferente al de los tres sobrecargos, también de Aeroméxico, aprehendidos en diciembre de 2010 en Madrid por transportar en sus equipajes 140 kilogramos de cocaína.
En esa ocasión, los sobrecargos llevaron consigo las maletas con la droga y pasaron por los filtros de inspección, donde elementos de la empresa de seguridad privada Eulen, de origen español, presuntamente fueron sobornados para dejar pasar el cargamento.
Por su parte, la Policía Federal incrementó ayer la vigilancia en el AICM, para detectar drogas, y reforzó los operativos de seguridad con la tripulación de todas las aerolíneas que operan en la terminal aérea.
Indagatoria conjunta
A su vez, la agregaduría legal de la Procuraduría General de la República para Europa inició una indagatoria contra el copiloto mexicano detenido en Barajas. Las autoridades mexicanas y españolas compartirán información para tratar de confirmar si existe alguna red de tráfico de drogas que opere con la complicidad y participación de trabajadores de aerolíneas.
El primer caso de contrabando de cocaína hacia Europa desde el areopuerto capitalino data de 2003, cuando un sobrecargo de nombre Antonio Garza fue detenido con droga en sus maletas, antes de despegar hacia la terminal aérea madrileña, y hoy purga condena.
Por su parte, el secretario general de la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores (ASPA), Fernando Perfecto, mencionó que el caso del copiloto detenido en España muestra la necesidad de establecer protocolos de seguridad distintos a los autorizados actualmente, ya que una persona con esa cantidad de narcóticos en una maleta no es producto ni de la casualidad ni de un hecho aislado, sino más bien indica que hay intereses muy bien organizados que tocan el ámbito de la seguridad, no de los aviones, pero sí de los aeropuertos
.
Pidió asimismo no estigmatizar a su gremio a partir de ubicar a pilotos y copilotos como involucrados con esas redes de la delincuencia. Son hechos aislados
, insistió.
Finalmente, Fernando Perfecto pidió esperar el fin de las investigaciones sobre Rubén García garcía y no descartar ninguna hipótesis, porque en efecto puede estar involucrado en la red del narcotráfico, pero también pudo ser amenazado o le fue sembrada
la droga. Sin embargo, advirtió que la Asociación Sindical de Pilotos de Aviación no defenderá lo indefendible
.
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