Miércoles 24 de agosto de 2011, p. 23
La asamblea de ejidatarios de Tila, Chiapas, denunció el intento de despojo de tierras por parte de autoridades gubernamentales, y demandó el retiro del actual párroco, el controvertido sacerdote católico Heriberto Cruz Vera, a quien el gobierno federal, estatal y municipal utilizan para engañar y manipular a la población, para despojarnos de nuestra tierra
. Añaden que ésta “no tiene precio, no es mercancía para proyectos ‘ecoturísticos’ o de supuesto ‘desarrollo’, y sólo la máxima autoridad del pueblo chol de Tila, que es la asamblea general, puede determinar el uso y destino” de sus 5 mil 405 hectáreas.
El ejido tiene más de 30 años luchando en la defensa y cuidado de la madre tierra contra la discriminación y racismo del mal gobierno municipal, estatal y federal
. Sus fundadores caminaron por el monte para llegar a Tuxtla Gutiérrez y la ciudad de México, pasando frío y hambre
para obtener la resolución presidencial y el plano definitivo. Estos documentos, añaden los ejidatarios, representan la libertad de nuestro pueblo que vivió esclavo en la época de la colonia con la invasión de los españoles y después trabajando en las fincas de extranjeros
. Sólo después de la revolución de Emiliano Zapata
se reconoció que la tierra es para el indígena, porque es mero originario de las tierras que ocupa
, que son de quien las trabaja
, y por tanto no se venden ni se indemnizan.
En un tono inusual, sostienen: Nos da tristeza que un pastor de Jesucristo no sienta el dolor de su pueblo y sólo quiera llenar sus bolsas de dinero y venderse con el gobierno para hacer el trabajo sucio de provocar al ejido y hacer fabricaciones de delitos contra los que defendemos nuestra madre tierra
. Dicen que el párroco humilla a los indígenas y nos ha prohibido prender vela en el atrio de la iglesia y celebrar nuestras tradiciones
.
La asamblea general del ejido ha pedido en tres ocasiones al obispo de San Cristóbal de las Casas, Felipe Arizmendi, que designe a un nuevo sacerdote. El párroco recaba firmas con engaños y presiones
para impedir su cambio y así pueda seguir apoyando al gobierno en el despojo a la tierra y discriminando y abusando de nuestro pueblo
. El ejido no está en contra de la iglesia, porque la iglesia somos todos, no sólo un sacerdote
, aclaran los indígenas agraviados. Sin embargo, no hemos sido escuchados, parece que el obispo quiere protegerlo y hacer parte del gobierno para despojarnos
.
“No es como nuestro Tatik Samuel (Ruiz García), que sí supo caminar y sentir nuestro dolor como pueblo indígena pobre”. Aclaran que el santuario no es un centro turístico de comercio
, sino un lugar de fe abierto para todas las personas de buena voluntad; ya no queremos que el sacerdote Heriberto maltrate a nuestro pueblo y a quienes visitan al señor de Tila
.
Dicen encontrarse en un momento importante de su larga lucha
en defensa la tierra, por lo que exigen a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, ante la cual interpusieron una controversia, que garantice el respeto a nuestra autonomía y libre determinación como pueblo indígena
.
Piden a sus hermanos de Tila
que no se dejen engañar por el gobierno y su operador político
, el párroco. El santuario de Tila no es de una persona, es de nuestro pueblo y de otros pueblos que vienen a visitarlo
.
La asamblea general del ejido ha determinado que pobladores engañados por el ayuntamiento para comprar tierras ejidales como si fueran propiedad privada serán respetados en su derecho y en su tranquilidad
, y la situación de sus solares estará sujeta al reglamento interno del ejido, la ley agraria y los tratados internacionales sobre pueblos indígenas”.
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