El ciudadano prefiere ir con su médico particular y surtir su receta en la farmacia de enfrente
Miércoles 13 de abril de 2011, p. 48
El gasto de bolsillo, el que hacen las personas para el pago de servicios de salud y medicinas todavía es alto; representa la mitad de lo que se invierte en el país en este rubro. Lo anterior, no obstante que el próximo año habrá cobertura universal sanitaria, aseguró Fernando del Río, integrante de la empresa de consultoría IMS Health.
Dijo que la heterogénea calidad que ofrecen las clínicas y hospitales del sistema nacional de salud en sus servicios explica que los ciudadanos prefieran acudir con su médico particular y adquirir sus tratamientos en la farmacia de enfrente
.
Al participar en el Congreso Market Access y Oportunidades con el gobierno de México, organizado por la empresa Eyeforpharma, resaltó que de manera paradójica es factible que en 2012 se alcance la cobertura universal de salud como ha planteado el gobierno federal. Ante este panorama las autoridades tendrán que superar varios retos, el primero relacionado con la baja calidad de los servicios médicos, advirtió.
En otro foro, el secretario de Salud, José Ángel Córdova Villalobos, admitió que el gasto de bolsillo equivale a 47 por ciento de la inversión nacional en el sector, lo que representa una disminución de 18 por ciento respecto del año 2000, cuando la parte que provenía de los ciudadanos equivalía a 57 por ciento.
El secretario participó ayer en la reunión, organizada por la American Society y Council of the Americas, con la finalidad de abordar el tema de la colaboración público-privada para ampliar el acceso al cuidado de salud en el país. Ahí, Córdova reconoció que la mayor parte del gasto privado se destina a compra de medicamentos, por lo que la Secretaría de Salud (Ssa) trabaja para reducir los costos y ampliar el mercado farmacéutico. Con ese fin se ha impulsado la prescripción de medicamentos genéricos.
Indicó que México es uno de los países que más invierte en la compra de fármacos, con 1.7 por ciento del producto interno bruto (PIB), lo que representa 28 por ciento del gasto en salud. Respecto del Seguro Popular, recordó que 30 por ciento del dinero que se envía a los estados de la República es para este rubro.
En tanto, Fernando del Río, de la consultora IMS Health, comentó sobre los servicios públicos de salud, que aún se requiere cerrar brechas entre oferta de atención y acceso a medicinas de las instituciones del sector.
Cumplir el objetivo de que todos los mexicanos gocen de un servicio médico en las instituciones de seguridad social o el Seguro Popular implicará que las autoridades se adapten a la evolución demográfica y epidemiológica del país y aseguren la disponibilidad de tratamientos clínicos innovadores.
Superar estos retos se traducirá en un aumento en la demanda de servicios y medicamentos; y, por tanto, de mayor cantidad de dinero. Las crecientes presiones financieras sólo podrán ser enfrentadas por las autoridades y el gobierno mediante un uso más eficiente de recursos, advirtió el especialista.
Del Río explicó sobre el gasto de bolsillo que en su mayoría se debe a la atención de enfermedades y compra de medicinas de uso cotidiano y bajo costo. Esto se debe, en parte, a la baja calidad de los servicios públicos y la conveniencia que encuentran los pacientes en acudir con su médico particular y adquirir su tratamiento en la farmacia de enfrente
. Mencionó que los datos provienen de la Encuesta de Ingresos y Gastos en Hogares de 2010 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, según la cual si bien ha habido una reducción importante del gasto de bolsillo, no ha bajado como se esperaba
.
Si el análisis se realiza sobre enfermedades que causan gasto catastrófico, cubiertas por el Seguro Popular, se observaría que la mayor parte de la inversión en hospitalizaciones y terapias proviene del sector público.
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