Jueves 9 de diciembre de 2010, p. 13
En el estado de México existe un patrón de agresiones contra mujeres que en cinco años ha provocado más de 900 feminicidios, por lo cual diversas organizaciones civiles pidieron la emisión de una declaratoria de alerta por violencia de género en dicha entidad, llamado que en breve podría extenderse a Chihuahua y Sinaloa.
María de la Luz Estrada, coordinadora ejecutiva del Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio, advirtió en conferencia de prensa que la lucha contra el narcotráfico y el ambiente generalizado de inseguridad han llevado al gobierno a hacer invisible el tema de los asesinatos de mujeres.
Sólo de enero de 2009 a junio de 2010 se han producido mil 728 feminicidios en 18 estados, según cifras oficiales, pero a 17 años de que este problema fuera identificado, las autoridades aún no generan un banco nacional de información al respecto, como ordena la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, publicada en 2007.
Algunas entidades donde este fenómeno es más grave, subrayó Estrada, son aquellas en las cuales hay mayor tránsito o partida de migrantes, entre ellas Chihuahua, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Oaxaca, Veracruz y estado de México.
En muchos de esos estados hay un panorama desolador
de violencia e impunidad, en el cual la mayoría de las víctimas son menores de edad que resultan mutiladas, torturadas y asesinadas, y cuya identidad muchas veces se desconoce.
El del estado de México, señaló, es un caso paradigmático
, pues de 2005 a 2010 se tomó nota de 922 asesinatos de mujeres, cifra ciento por ciento superior al del periodo 1998-2005.
Ana Yeli Pérez Garrido, abogada de la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de Derechos Humanos, explicó que dicha declaratoria es urgente porque en el estado de México existe un clima de violencia provocado por la misoginia.
En la rueda de prensa se expuso el caso de Nadia Muciño, asesinada por su pareja sentimental en 2004, pero el crimen quedó impune, luego de que el homicida salió en libertad por órdenes de su primo, el entonces presidente municipal de Nicolás Romero, Alejandro Zamora.
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