Miércoles 7 de diciembre de 2011, p. 5
Las fuentes de financiamiento de la política, la influencia del dinero en campañas electorales, su incidencia en la definición de las victorias de los partidos y el financiamiento con recursos del narcotráfico, son los principales desafíos de las democracias latinoamericanas, sostiene el informe de la Organización de Estados Americanos (OEA) denominado Política, dinero y poder, presentado durante el segundo Foro sobre la Democracia Latinoamericana.
El dinero y su poder pueden desvirtuar la voluntad del pueblo, pueden alterar la competencia electoral; sobornar, dictar políticas públicas, tornar frágil la democracia. El edificio democrático puede derrumbarse si el voto se decide más como resultado del dinero gastado en propaganda política masiva o por el que aportan quienes dictan las decisiones del Estado, alejando al gobierno de sus compromisos electorales
, agrega.
Al desglosar los desafíos de las democracias, el reporte alerta sobre las distorsiones que produce el acceso a los medios de comunicación, pues ha llegado a tal punto que la propaganda remplaza al programa y al debate. Se puede suponer que la pobreza del debate y las propuestas programáticas con la pérdida de la calidad de la opción electoral es elevada, lo que potencia el impacto que tiene el financiamiento.
Reconoce los avances en la democratización de América Latina, pero dista de asumir que existe una democracia consolidada, porque dinero, poder y democracia forman un triángulo que puede hacer peligrar la creencia de los miembros de una sociedad en que la democracia es el mejor sistema para mejorar su bienestar
.
Presentado durante el foro por el secretario para Asuntos Políticos de la OEA, Dante Caputo, el informe destaca que la influencia del dinero repercute en la reproducción de esquemas de concentración de poder y de riqueza, lo que profundiza la desigualdad social. El documento se refiere a la inequidad social en la región y subraya la importancia que tienen estas distorsiones democráticas para apuntalar políticas que las reproduzcan.
El poder derivado del dinero compite con la voluntad general para la designación de los cargos electivos y busca la ejecución de políticas públicas que convienen a sus intereses minoritarios, lo que probablemente aleje al gobierno de la puesta en marcha de sus promesas electorales. El poder del dinero afecta el poder de la voluntad mayoritaria y el poder del Estado.
El informe de la OEA concluye que la concentración del dinero puede llevar a la concentración del poder para custodiar, a su vez, la concentración del dinero y el poder
.
Durante el foro, el director adjunto del Instituto Internacional para la Democracia y Asistencia Electoral, Daniel Zovatto, alertó que en la lógica del análisis del poder del dinero en las democracias latinoamericanas hay diferentes vertientes, y destacó el uso de los recursos públicos para apuntalar candidatos oficialistas, situación que es potenciada en la región cuando existe alguna pretensión de relegirse en el cargo.
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