28 jul 2011

El ingreso aumenta en la medida que sea mayor la escolaridad de la población, asegura



En cinco años, siete millones de mexicanos pasaron de clase media a condición de pobreza: investigador

Alrededor de 26.7 millones de personas padecen hambre, advierte Genaro Aguilar, del IPN

Angélica Enciso L.
Periódico La Jornada
Jueves 28 de julio de 2011, p. 23

La distribución del ingreso durante los pasados cinco años ha llevado a millones de mexicanos a dejar la clase media y pasar a situación de pobreza. Ésta creció en al menos siete millones de personas en ese periodo y hay alrededor de 26.7 millones que padecen hambre, señaló el investigador del Instituto Politécnico Nacional, Genaro Aguilar, de acuerdo con análisis basados en la Encuesta Nacional de Ingreso y Gasto de los Hogares (ENIGH).

Previo a que el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) dé a conocer el viernes los datos oficiales de la medición de la pobreza, indicó que entre 2005 y 2010 ésta creció en todo el país en sus distintas clasificaciones. La pobreza alimentaria se elevó de 19.5 millones de personas a 26.7 millones; la de capacidades, fue la que tuvo un aumento mayor, ya que pasó de 27.3 millones a 37.5 millones, y la patrimonial de 49.6 a 56.1 millones, detalló.

En ese periodo se dio un fuerte proceso de polarización en la distribución del ingreso, hubo un aumento en la desigualdad con efectos importantes para la caída de la clase media, ya que un sector importante de ese grupo social cayó en situación de pobreza.

El Centro de Investigación en Economía y Negocios del ITESM, indicó en un análisis que la alimentación, educación y salud adecuada, constituyen factores esenciales para impulsar el crecimiento económico, la competitividad y la productividad, justamente todo aquello que hoy representa un ancla para México.

Se debe tomar en cuenta que no cubrir los requerimientos antes citados es el caldo de cultivo para que algunos sectores sociales volteen a la informalidad o a la ilegalidad como mecanismo para intentar obtener un mejor nivel de bienestar. Agregó que los resultados de la ENIGH muestran que varios de los elementos que dan génesis a la inestabilidad social no solamente prevalecen, sino que han aumentado, por lo que debe buscarse un nuevo modelo económico para darles atención.

Por su parte, Aguilar explicó que entre las causas de la pobreza están que el papel de la educación para aumentar los ingresos de las personas y, por lo tanto, sacarlas de la pobreza es un componente relevante, porque en 2005 ese factor explicaba 29.08 por ciento del ingreso de los mexicanos, pero en 2010 ya era el factor de ingresos de la tercera parte de los ciudadanos, al pasar a 33.29 por ciento.

Refirió que el ingreso aumenta en la medida en que es mayor la escolaridad de las personas, depende también de si se es hombre o mujer y también se incrementa mientras envejece la población, pero cae después de los 51 años de edad. Para la elaboración de políticas públicas, indicó, debe continuar el impulso de la escolaridad formal de los mexicanos a partir de inversiones cada vez mayores en el sistema educativo nacional; establecer sistemas de becas complementarios a los actualmente existentes, lo cual se traducirá en mayores ingresos para la población más pobre y que es la que recurre al sistema educativo público, así como impulsar leyes que regulen y disminuyan las discriminaciones salariales por género.

A su vez, el Observatorio de Política Social y Derechos Humanos, sobre las carencias sociales, que también mide el Coneval, indicó que en la vivienda se pueden observar algunos avances importantes en materia de accesibilidad a la infraestructura social, ya que de acuerdo con los datos del Censo 2010, hay una reducción de 41 por ciento en el número de viviendas con piso de tierra, por lo que de cada 100 viviendas, únicamente seis cuentan con ese piso.

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