Miércoles 20 de julio de 2011, p. 45
Por la sequía se dejarán de sembrar 3 millones de hectáreas de maíz y frijol en Durango, Chihuahua y Zacatecas, donde los pequeños ganaderos han perdido 8 mil cabezas de ganado. En el sur sureste, las fuertes lluvias dañan los cultivos, por lo cual se estima que al cierre del año la producción de maíz será de 20 millones de toneladas, 4 millones menos que la producción programada, y que la de frijol llegará a 400 mil toneladas, equivalente a la mitad del volumen de 2010.
La Central Campesina Cardenista (CCC) y la Confederación Nacional de Productores de Maíz de México (CNPAMM) estimaron que la situación afectará principalmente a los labriegos que tienen hasta tres hectáreas. La mayoría dejará de tener granos para autoconsumo y no tendrá ingresos para comprar alimentos para nutrirse; el hambre la aliviarán con alimentos chatarra y refrescos
, dijo Santiago Domínguez Luna, secretario de desarrollo rural de la CCC.
Carlos Salazar, secretario técnico de la CNPAMM, comentó que los campesinos no pierden la esperanza de recuperar algo de las cosechas dañadas. En Puebla, donde se perdieron los sembradíos de maíz ante una helada inesperada, se han recuperado 85 mil hectáreas en las que esperan lograr algo del grano maíz. La situación es difícil, pues ya se arrastra una pérdida de más de 3 millones de toneladas en la cosecha de maíz de Sinaloa y las resiembras, de acuerdo a estimaciones de los productores serán de menos de 2 millones de toneladas. El impacto por baja producción del grano se verá a finales de este año y en el primer trimestre del próximo
.
Domínguez Luna precisó que debido al retraso de las lluvias en Zacatecas, Durango y Chihuahua, los campesinos sólo prepararon 30 por ciento de la superficie cultivable, lo cual obligó a sembrar cebada y forrajes al evaluar que sembrar maíz les dejaría pérdidas, ya que no obtendrían los rendimientos esperados. Esta semana es la última para sembrar frijol, pero las condiciones climatológicas no son favorables, solamente quedan cebada, avena y trigo como cultivos alternos. Estamos preocupados por los rendimientos de las cosechas y a la expectativa de cuál será la producción al cierre del ciclo primavera-verano
.
Explicó que en el caso del frijol, regularmente se siembra un millón de hectáreas y la producción es de 850 mil toneladas, frente a un consumo interno de 1.2 millones de toneladas. Ante el déficit, la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación promueve desde el año pasado la semilla de frijol proveniente de Michigan, Estados Unidos, por tener un mejor rendimiento y mayor aceptación entre los consumidores.
Algunos productores ya probaron esa semilla, pero necesitan cambiar cosechadoras, cortadoras y cribadoras para obtener los resultados esperados, para ello requieren créditos, lo cual se ha vuelto un obstáculo para avanzar.
Los agricultores que se atrevan a sembrar frijol en los días que restan del mes se arriesgarán a obtener únicamente 600 kilos por hectárea, frente a los mil que regularmente se logran. Otros están dispuestos a sembrar trigo, aunque la producción no es de alta calidad. La experiencia con este cultivo en esas tres entidades no ha sido favorable, pues hace tres años se quedaron 20 mil toneladas en bodegas.
Salazar y Domínguez Luna apuntaron que las importaciones de maíz serán de 12 millones de toneladas, por las que deberá pagarse un precio alto, debido a que los inventarios internacionales siguen bajos. El riesgo de hambruna entre comunidades marginadas persiste; en la zona mixe, en Oaxaca, tienen que pagar 7 mil pesos por tonelada del grano.
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