20 oct 2010

Indígenas envían misiva a Blake Mora para denunciar las agresiones de paramilitares

El problema en Mitzitón no es por divisiones religiosas como asegura Esdras Alonso

Exponen al titular de Gobernación que las autoridades del municipio tienen conocimiento de las amenazas de muerte y del asesinato de Aurelio Díaz a manos del Ejército de Dios

Hermann Bellinghausen
Enviado
Periódico La Jornada
Miércoles 20 de octubre de 2010, p. 21

San Cristóbal de las Casas, Chis. 19 de octubre. Presentándose como indígenas campesinos adherentes a la Sexta Declaración de la Selva Lacandona, los ejidatarios de Mitzitón respondieron con su propia carta a la que envió el dirigente evangélico Esdras Alonso González (ver edición de ayer) –quien frente a nosotros y en otros documentos se ha presentado como comandante, dirigente, licenciado y pastor del Ejército de Dios– al secretario de Gobernación, José Francisco Blake Mora.

Dicen al titular de Gobernación: Queremos que sepa usted que en ese documento que le llegó se esconde la verdad de los hechos que hemos venido denunciando, las amenazas, agresiones y delitos que ese grupo ha cometido en nuestra comunidad. También conocemos las leyes, sabemos que el artículo 8 nos da derecho de petición y también sabemos que es nuestro derecho manifestarnos y decir nuestra palabra y que ésta se escuche.

Indican que el problema en la comunidad no es por divisiones religiosas. Eso sólo ha sido un pretexto para quienes nos agreden y descalifican. Sabemos que existe el derecho de libertad de creencia y lo cumplimos. No somos católicos tradicionalistas, somos mujeres, hombres, niñas, niños, personas mayores que luchamos por nuestros derechos como indígenas, reconocidos en las leyes internacionales y nuestra misma Constitución, y que una y otra vez han sido violados por los tres niveles de gobierno.

Para lograr sus derechos y el respeto que merecemos como pueblo, subrayan, “tenemos que unirnos con otros pueblos y organizaciones que también buscan una vida digna (para nosotros la vida digna no es sólo tener más cosas, sino tener libertad, democracia y justicia), por eso nos unimos a la otra campaña, un movimiento civil y pacífico donde no se hacen provocaciones como las del Ejército de Dios”.

Insisten en que sus comunicados y denuncias han difundido hechos reales, y con nuestro propio pueblo como testigo, también tenemos pruebas, y los testimonios de observadores nacionales e internacionales, que nos acompañan haciendo una labor humanitaria, no vienen a financiarnos, ni a desestabilizar, ni mucho menos a organizarnos.

Los representantes de Mitzitón señalan que autoridades y funcionarios tienen conocimiento de las amenazas de muerte, los secuestros, torturas, disparos al aire, el asesinato de Aurelio Díaz Hernández, intentos de violación a nuestras compañeras, cicatrizadas por las agresiones con armas blancas, la tala clandestina y el tráfico de personas que han llenado las manos de sangre y los bolsillos de dinero a los paramilitares del Ejército de Dios.

Y confirman su acusación de que son paramilitares en vista de la protección que les brindan las autoridades, y porque se encuentran armados. Refugio Díaz Ruiz, quien también firma la carta de Alonso González, disparó la noche del 20 de julio de 2009 al vehículo de uno de nuestros compañeros, y Francisco Jiménez Vicente (del mismo grupo) el día 21 mató a Aurelio Díaz Hernández al atropellarlo intencionalmente, dejando cinco compañeros heridos de gravedad. Solamente estuvo detenido tres meses, añaden.

Decir estas palabras no es difamar, es declarar la verdad y eso le duele a Esdras Alonso González, a él le gustaría que nadie en México ni en el mundo supiera de las agresiones y actos fuera de la ley. Recuerdan que semanas atrás, entrevistado en la radio local, Alonso González reconoció que evangélicos de Alas de Águila Ejército de Dios en Mitzitón, existen (como) paramilitares. Ahora niega sus propias palabras. La imagen de su organización es perjudicada por las agresiones que hemos denunciado.

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