14 oct 2010

Sin el sector privado es imposible lograr la cobertura universal, advierte Funsalud

Para trasplantes de médula ósea en niños con cáncer se contrataron servicios del ABC

Así como existen las cuentas individuales, que es un ahorro para la pensión, habría que contribuir en el financiamiento del sistema sanitario, advierte Gil Antón, presidente de AMIS

Ángeles Cruz Martínez
Periódico La Jornada
Jueves 14 de octubre de 2010, p. 48

La cobertura universal de salud, con calidad y eficiencia, no será posible sin la participación del sector privado, aseguraron directivos de la Fundación Mexicana para la Salud (Funsalud). Así lo corroboró Salomón Chertorivski, titular de la Comisión Nacional de Protección Social en Salud (CNPSS), al comentar que para garantizar los trasplantes de médula ósea que han requerido niños enfermos de cáncer, afiliados al Seguro Popular, se han contratado los servicios del Hospital ABC.

Explicó que al estar rebasada la capacidad de atención del Instituto Nacional de Pediatría y el Hospital Infantil de México, se recurrió al organismo privado en tres ocasiones durante 2009 y que en lo que va del año se han realizado 10 cirugías de este tipo.

En entrevista luego de su participación en el seminario La salud de los mexicanos y Funsalud, que se efectúa con motivo del 25 aniversario del organismo, Chertorivski explicó que el Sistema Nacional de Protección Social en Salud tiene la facultad de contratar a particulares u organismos civiles que puedan ofrecer los servicios de salud en los sitios donde no exista una oferta pública suficiente. En cualquier caso, apuntó, es una decisión que compete a las entidades federativas.

Los trasplantes de médula ósea forman parte de la cobertura del Fondo de Protección contra Gastos Catastróficos. Indicó que también está previsto recurrir al sector privado para asegurar la atención médica de adicciones, incluida recientemente en el catálogo de servicios del Seguro Popular.

El funcionario descartó, sin embargo, que exista algún riesgo de privatización de los servicios de salud del país. No hay motivo de preocupación. El financiamiento es absolutamente público porque lo pagamos entre todos con nuestros impuestos. Además, la capacidad instalada en clínicas y hospitales del gobierno es mayor que la de la iniciativa privada. De hecho, agregó, la fortaleza del sistema público mexicano está por encima de cualquier país latinoamericano.

Reiteró que una vez alcanzada la cifra de 49 millones de personas inscritas en el Seguro Popular en 2011 se tendrá la cobertura universal, porque cualquier mexicano que desee tendrá garantizado el financiamiento de la atención médica que requiera.

En el primer día de sesiones del seminario, Mercedes Juan y José Alfredo Santos –presidenta ejecutiva y presidente del Consejo Directivo de Funsalud, respectivamente– señalaron que la calidad y eficiencia en los servicios clínicos será posible sólo con la colaboración del sector privado.

A su vez, Juan Ignacio Gil Antón, presidente de la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS), llamó la atención sobre la necesidad de crear una contribución por los servicios de salud, porque actualmente muchos disfrutan de este beneficio sin pagar, en ocasiones porque las personas carecen de la capacidad económica para ello, pero otras porque no quieren pagar.

Dijo que así como existe el sistema de cuentas individuales, que es un ahorro de los trabajadores para financiar su pensión en el futuro, también en salud debería existir una contribución, cuyo monto debería determinarse en función del riesgo profesional, el cálculo de la sobrevida de la persona y el riesgo de que sufra algún tipo de invalidez. Y es que, agregó, habría que contribuir con el gobierno al financiamiento del sistema sanitario.

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