29 oct 2010

Por temor a sufrir ataques, centros contra adicciones limitan sus tareas

Se niegan a dar atención clínica a narcomenudistas; carecemos de seguridad, señalan

Afloran las quejas durante el séptimo Encuentro Nacional de Consejos Estatales en Puerto Vallarta


Ángeles Cruz Martínez
Enviada
Periódico La Jornada
Viernes 29 de octubre de 2010, p. 5

Puerto Vallarta, Jal., 28 de octubre. “No nos toca dar atención clínica a narcomenudistas adictos. No estamos listos, carecemos de personal y sobre todo de condiciones de seguridad”, afirmaron coordinadores de los Centros Nueva Vida, del norte del país. De esta manera afloró el temor de los especialistas en el tratamiento de adicciones a ser víctimas de la delincuencia organizada, como ya se ha visto en varios estados.

Hoy se inició en esta ciudad el séptimo Encuentro Nacional de Consejos Estatales contra las Adicciones, donde los servidores públicos plantearon incluso la posibilidad de revertir las disposiciones legales aprobadas en 2009 a nivel federal para combatir el narcomenudeo y asegurar el ingreso de adictos a terapias de rehabilitación.

Y es que en algunas entidades federativas apenas se está dando la discusión en los congresos locales sobre las modificaciones legales que deben hacer para cumplir con el ordenamiento federal. En otros el procedimiento ya concluyó y están en la fase de instrumentación, lo que también fue criticado por los especialistas, pues no se tomó en cuenta las necesidades de quienes trabajan con los usuarios de drogas ilegales.

Los responsables de programas estatales de la zona norte de la República utilizaron todos los argumentos a su alcance para justificar su rechazo a proporcionar el servicio a narcomenudistas: desde que la mitad de los Consejos Estatales contra las Adicciones (CECA) carecen del respaldo jurídico y administrativo que les garantice autonomía y capacidad de gestión, hasta que su rezago se ha hecho todavía más evidente al surgir los Centros Nueva Vida.

Estas unidades clínicas, creadas durante esta administración con parte del dinero decomisado al empresario de origen chino Zhenli Ye Gon, cuentan con la infraestructura para la atención de adicciones. Se les asignó un determinado número de profesionales y su operación depende de los gobiernos estatales.

A la fecha se han construido 322 Centros Nueva Vida y se ubican en las zonas de alto consumo de drogas.

Luego de la inauguración del encuentro, los participantes se dividieron en mesas de trabajo para analizar los avances y retos actuales de sus programas. Los de la región norte, en particular la zona fronteriza, hicieron patentes sus temores y llamaron a reactivar las acciones para el control de adicciones.

Advirtieron sobre el crecimiento del consumo de sustancias ilegales, incluso entre los niños, para los que prácticamente no existen ofertas de atención y tratamiento. También está la necesidad que presentan las comunidades indígenas, tanto las originarias en cada entidad como las que llegan de otros lados.

Es de tal magnitud el miedo de los expertos en el manejo de adicciones, que incluso criticaron que el Consejo Nacional contra las Adicciones (Conadic) los hubiera trasladado de la ciudad de Guadalajara a este puerto por vía terrestre, luego de la conclusión de la 12 Reunión del Grupo de Expertos en Reducción de la Demanda, de la Comisión Interamericana para el Control del Abuso de Drogas (CICAD), organismo dependiente de la Organización de Estados Americanos (OEA).

Fuimos un blanco perfecto para los delincuentes. Si ya hemos visto que van a los centros de atención y matan a todos, cómo no se les ocurrió que nos ponían en riesgo. Hubo falta de criterio, acusó uno de los funcionarios asistentes.

Luego de dos horas de discusión, Simón Tavera, director de Sistemas Gerenciales de Conadic, a quien le tocó coordinar los trabajos de esta mesa, comentó sobre la necesidad de que los CECA elaboren una propuesta que les permita realizar su trabajo con las condiciones mínimas de seguridad. Entre otras, comentó que no siempre debe ser necesario que los pacientes acudan a los centros de tratamiento, sino que existan estrategias de atención comunitaria.

A su vez, Joel Chávez Rivera, secretario técnico del CECA Jalisco, uno de los organismos con autonomía jurídica que este año dispuso de un presupuesto de 70 millones de pesos, reconoció que los centros de atención deben contar con personal especializado en el manejo de adictos, sean nuevos consumidores o con una patología severa.

Sin desestimar el problema de la inseguridad, el funcionario recordó que en el caso de los Centros Nueva Vida les corresponde recibir a usuarios primarios, aquellos que reportan un bajo consumo y no requieren de internamiento.

En cambio, las personas con una patología severa causada por una adicción crónica deben ser tratados en organizaciones civiles y Centros de Integración Juvenil, con infraestructura y experiencia en estos casos, apuntó.

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