El tema pasa inadvertido para la sociedad, lamenta la CNDH

Vacío legal propicia la violencia en el noviazgo; afecta a 7 de cada 10 jóvenes

Karina Avilés

Periódico La Jornada
Viernes 11 de febrero de 2011, p. 48

Al advertir que siete de cada 10 jóvenes sufren violencia en el noviazgo, integrantes de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) y de organizaciones civiles exigieron tipificar las agresiones en las relaciones de pareja ya que actualmente existe un vacío legal que también ha propiciado que el fenómeno sea una espiral en ascenso.

La subdirectora de Estudios de la Mujer de la CNDH, Lucía Rodríguez Quintero, subrayó que la violencia en el noviazgo es parte de una agenda pendiente y no se diga en el caso de los textos jurídicos, en los que se ha dejado de lado.

Destacó que las personas no son violentas por naturaleza, pues la agresividad es algo que se decide y en ocasiones suele ser tan sutil que las personas no se percatan del problema.

Durante la presentación del libro Amar a madrazos: El doloroso rostro de la violencia entre los jóvenes, de Ale del Castillo y Moisés Castillo, realizada en el Instituto Mexicano de la Juventud (Imjuve), la directora general del organismo, Priscila Vera, coincidió en la necesidad de incluir este tema en un marco jurídico.

Las nalgadas, los pellizcos, los jaloneos de cabello y los celos obsesivos no deben de continuar como prácticas comunes entre los novios, pues desafortunadamente esto pasa inadvertido por la sociedad y, en muchas ocasiones hasta se justifica o se ve como algo natural, apuntó.

Por su parte, el director de Enlace Institucional de la Fiscalía Especial de la Violencia contra las Mujeres y la Trata de Personas de la Procuraduría General de la República (PGR), Ricardo Ruiz Carbonell, expresó que, en ocasiones, quienes ejercen el maltrato también están involucrados en el mundo del alcohol y de las drogas. Además de que los abusos sexuales son una constante en las relaciones de pareja. Los celos desorbitados rozan, a veces, en rasgos paranoicos.

Pedro Antonio López, de la Organización Internacional para las Migraciones, manifestó que aunque no existen cifras confiables, el enamoramiento es una de las modalidades más comunes utilizadas como gancho para la trata de personas.