Miércoles 9 de febrero de 2011, p. 16
El despido de la periodista Carmen Aristegui de MVS Radio es un acto de censura indirecta
que se ejerció por medios formalmente legales, pero que es parte de un ataque a la pluralidad de voces en los medios de comunicación, sobre todo aquellas que mantienen una visión crítica, advirtieron integrantes de organizaciones civiles.
Brisa Maya, directora del Centro Nacional de Comunicación Social (Cencos), afirmó que no todas las agresiones a la libertad de expresión son ataques físicos directos o amenazas, sino que pueden adoptar formas más elaboradas. Es una relación laboral entre privados, pero está claro que la decisión se tomó porque ella estaba informando sobre un asunto de funcionarios públicos, y tenemos derecho a analizarlo y asumir un punto de vista
, señaló.
Aunque MVS tiene la prerrogativa de despedir a Aristegui, en el fondo se trata de un ataque a la libertad de expresión. “La voz de Carmen es necesaria porque forma parte de la pluralidad informativa, y es importante que se abra el debate sobre el tema de la censura indirecta, que también han sufrido medios como Proceso y Contralínea”.
Por su parte, Juan Carlos Romero, coordinador del programa de libertad de expresión del Centro de Periodismo y Ética Pública, advirtió que es necesario escuchar la versión de la comunicadora.
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