9 nov 2010

DIF: hijo y esposa de David Fernández de Cevallos, víctimas de violencia intrafamiliar

Padecen daño sicológico por convivir con él, señala dictamen

Hugo Martoccia
Corresponsal
Periódico La Jornada
Martes 9 de noviembre de 2010, p. 12

Cancún, Q. Roo, 8 de noviembre. El sistema DIF de Cozumel emitió dos dictámenes donde confirma que el hijo mayor y la esposa de David Fernández de Cevallos padecen daño sicológico por convivir con él.

Diego Manuel sufre un daño agravado en su salud emocional por acompañar a su padre a matanzas de animales y por la situación de encierro y violencia intrafamiliar que padeció en los pasados seis meses, asentó uno de los dictámenes.

Durante los primeros días de septiembre, la madre y sus hijos Diego Manuel, de cuatro años, y David, de 18 meses, huyeron de la casa familiar ubicada en Querétaro, pero el hijo del ahora secuestrado ex senador panista Diego Fernández de Cevallos obtuvo la custodia y recuperó a los menores el pasado 28 de octubre.

Claudia Reynoso Flores, sicóloga del Centro de Atención a la Violencia Intrafamiliar del DIF de Cozumel, fue quien redactó el informe, y dijo que Diego Manuel sufre condiciones de violencia física, verbal y moral.

Según la especialista, el niño mismo relató que su padre lo zarandeaba y amenazaba; lo encerraba en el baño y a veces lo sacaba de la casa durante muchas horas para llevarlo a corridas de toros o a matar vacas, perros y ardillas en el rancho La Asturiana.

El documento señala que Diego Manuel pasó de ser un niño tierno y obediente a tener manifestaciones agresivas físicas y verbales, por lo que su restablecimiento precisaba de tratamiento sicológico y un ambiente estable, seguro, cálido y protegido, sin alejarse de la madre, para no empeorar su situación o desestabilizar más aún su salud emocional.

Sobre la madre –Jimena Marín Foucher–, la especialista dictaminó que presentaba un cuadro de depresión media con claros signos y síntomas de violencia intrafamiliar, con el miedo a ser atacada como síntoma preponderante, que le hacían sufrir paranoia y tener accesos de diarrea y vómito, además de que perdió entre ocho y 10 kilos de peso antes de abandonar la casa.

Temo que David me quite a los niños y me mate, dijo la propia Jimena Marín Foucher a la sicóloga, cuyo dictamen corrobora la violencia no sólo física, verbal y moral, sino también económica que padecía.

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