Plascencia Villanueva lamenta los índices de impunidad
Al realizar un balance de su primer año al frente de la comisión, exhorta a la PGR y a la Sedena a incrementar la cooperación
Martes 30 de noviembre de 2010, p. 12
El presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), Raúl Plascencia Villanueva, asevera que la impunidad es uno de los principales problemas en materia de garantías básicas. Como ejemplo de ello, precisó, está el caso de los feminicidios de mujeres en Ciudad Juárez, que continúan de manera tan intensa como al principio, sólo que ahora ante los ojos de la opinión pública se han vuelto invisibles por la inseguridad que priva en esa entidad
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Afirma que tanto la Procuraduría General de la República (PGR) como la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) siguen negando información a la CNDH, pues no le permiten tener acceso a las averiguaciones previas e incluso obstaculizan su trabajo
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El ombudsman nacional sostuvo en entrevista que en la investigación de los migrantes asesinados en San Fernando, Tamaulipas, la PGR no permitió el acceso a la averiguación previa, por lo cual tuvo que solicitar a su homólogo de Ecuador apoyo para obtener las declaraciones que rindió en su país el ecuatoriano repatriado
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Debido al combate al crimen organizado y a la participación de militares en operativos, sostiene que se han incrementado entre 30 y 60 por ciento las quejas por tortura y detenciones arbitrarias. La CNDH, asegura, tiene 40 expedientes abiertos por civiles que han sido asesinados en operativos.
Al cumplir un año al frente de la CNDH, Raúl Plascencia Villanueva hace un balance de su gestión.
–¿Qué ha cambiado a un año de su llegada a la CNDH?
–Se ha generado una dinámica muy intensa de tratar de acercar la CNDH a la sociedad. Hemos retomado parte de una agenda de garantías fundamentales que estaba pendiente. También retomamos el vínculo de trabajo con la oficina en México del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU y una vinculación con organismos internacional –Human Rights Watch y Amnistía Internacional– entre otras, que se habían mantenido un tanto alejadas.
–¿Ha logrado ese acercamiento con la sociedad como lo propuso hace un año?
–Hemos trabajado intensamente en busca de orientar el desempeño de la institución hacia esa dirección. En los meses recientes visitamos prácticamente toda la República en diferentes actividades, y el próximo año vamos a tener cinco nuevas oficinas regionales para estar más cerca de la sociedad.
–A la CNDH se le cuestiona mucho la transparencia, ¿qué ha hecho para revertir esa situación y ganar credibilidad?
–Se modificó el reglamento de la comisión y se dejó claro que toda la información es pública con las únicas limitaciones derivas de cuestiones de seguridad, de datos personales o confidenciales. En credibilidad las encuestas de opinión nos indican que ha ido creciendo la confianza en nosotros y que hoy somos la institución que se encuentra por encima de todos los organismos civiles en ese rubro.
–¿La relación con la Sedena y la PGR ha cambiado, o sigue tensa y sin colaboración?
–Tengo un diálogo respetuoso totalmente institucional con ambas dependencias, lo que resulta fundamental para que las investigaciones que realizamos puedan llevarse a cabo con el ánimo de determinar si hay violación de derechos humanos. Tenemos un respetado canal institucional con el objetivo de que hagamos del tema de las garantías fundamentales un compromiso común.
–Sin embargo, en sus recomendaciones emitidas dice que la Sedena y la PGR le niegan información y son un obstáculo para las investigaciones.
–Sin duda que hay todavía servidores dentro de toda la administración pública federal que no están muy convencidos o comprometidos con los derechos humanos.
–¿Cómo ve la situación de esas garantías en el combate a la inseguridad?
–Es una situación muy difícil. Hemos vivido en los meses recientes una escalada de violencia por parte de los delincuentes y también una intervención cada vez más intensa por parte de los militares, en operativos que antaño eran propios de las corporaciones policiacas. Esto ha dado lugar a que civiles inocentes pierdan la vida en esas operaciones.
–Hace una semana dijo que son más de 100 los civiles muertos en los operativos.
–Tenemos alrededor de 40 investigaciones en la CNDH. Los restantes casos corresponden a las comisiones estatales, porque estaban implicados funcionarios de los niveles estatales o municipales.
–¿Qué recomienda para que no se afecte a la población?
–Mayor coordinación entre las autoridades federales, estatales y municipales; que se utilice más la inteligencia y menos la fuerza, para que los operativos se realicen deteniendo a los responsables sin poner en riesgo a civiles.
–¿Qué hace la CNDH ante el incremento de las denuncias de desapariciones forzadas que involucran a policías, militares y al crimen organizado?
–Se han incrementado las denuncias, tenemos un sinnúmero de expedientes en los que se atribuyen los casos a miembros del crimen organizado y a autoridades federales, estatales y municipales. Se requiere de controles para que no se caiga en la tentación de actuar al margen de la ley, ni mucho menos aplicar prácticas que corresponden a un pasado oprobioso de este país que todos buscaríamos que no surjan de nueva cuenta.
–¿Por qué no se resuelven los problemas de derechos humanos como feminicidios, desapariciones forzadas y tortura, entre otros?
–Por la impunidad, es uno de los graves problemas en derechos humanos.
-¿Y los feminicidios de Ciudad Juárez?
–Continúan. Estamos preparando el informe 2010 de los feminicidios. Lamentablemente ante los ojos de la opinión pública han ido quedando como invisibles ante la grave situación de impunidad, de inseguridad que afecta a otros temas.
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