Hay que velar porque funcionarios tengan la posibilidad de defenderse
Martes 10 de mayo de 2011, p. 15
En medio de los conflictos internos que derivan de presuntas irregularidades en el manejo de recursos y la imagen pública de debilitamiento que promueven particularmente los medios electrónicos, el Instituto Federal Electoral (IFE), como árbitro profesional
, debe respetar el derecho de opinar de todos los mexicanos, seguir aplicando la ley y sus reglamentos, y cuando encontremos que alguien incumplió, sea partido político, candidato, concesionario de los medios, ciudadano, funcionario público o quien sea, pues con la pena pero lo vamos a sancionar
, advierte el consejero presidente, Leonardo Valdés Zurita.
En entrevista, admite que no sólo es importante que el contralor Gregorio Guerrero haga auditorías, tras recordar la compra de un edificio en avenida Acoxpa por 262 millones de pesos, al avalúo comercial de 2009, cuando ese inmueble, en una cotización de 2007, tenía un valor de 45 millones, es decir, un incremento de 583 por ciento en ese lapso o la adjudicación y uso del sistema de monitoreo, sino que se reconozca que esos señalamientos son el inicio de un proceso, no una sentencia.
–Sin embargo, para la opinión pública es así.
–Todos esos procedimientos de auditoría se deben realizar en el marco de las normas internas del IFE y las leyes aplicables. Tenemos que tener certeza de que el contralor termine las auditorías, y cuando así lo decida se inicien los procedimientos para fincar responsabilidades. En éstos tenemos que velar por el debido proceso, que los funcionarios que presumiblemente sean responsables tengan la posibilidad de defenderse y sólo después, si procede, que se apliquen las sanciones que correspondan.
Estamos en las etapas iniciales de las auditorías, hay hallazgos, pero en la opinión pública ya se hicieron juicios sumarios. Dicen: si hay irregularidades, seguramente hay corruptos en la institución, cuando no se han agotado todas las etapas.
–¿Si se resuelve en contra de funcionarios?
–Nunca he defendido ni defenderé a un funcionario que haya cometido un acto de corrupción, y eso le consta al contralor. Pero es importante que los resultados de las investigaciones se hagan públicos, porque el IFE es una institución transparente y porque estamos comprometidos con la rendición de cuentas. Si las hay, el instituto va a ser respetuoso de las sanciones y las va a transparentar.
–Sin embargo, en algunos medios se ha estigmatizado al IFE.
–En la sesión más reciente de la junta general ejecutiva recibimos un informe del contralor sobre las sanciones impuestas en los casos en que se inició auditoría y llegó a fincar responsabilidades. Ese documento, por ejemplo, no ha sido publicitado, quizá porque no hay resultados espectaculares. Se encontraron responsables, pero con montos menores, sin dejar de reconocer que por tratarse de recursos públicos cada peso es importante.
–¿Considera que algunos medios han trascendido el ámbito informativo en el caso del IFE?
–Tomando el ejemplo del árbitro, en la competencia por el poder político, el IFE es responsable de nivelar la cancha, de los comentaristas, de los jugadores, de los que transmiten, y a todos podemos sancionar. Por supuesto que como algunos se sienten lastimados o piensan que posiblemente el árbitro los podría sancionar, pues tienen esa reacción primaria, muy elemental. Piensan: antes de que me sancione el árbitro, voy a decir que no sirve. Así, para cuando me venga a sancionar ya estará descalificado.
Debo precisar que, independientemente del discurso, inclusive de quienes han sido más críticos con la autoridad electoral, en los hechos quizá esto sea lo más importante: los concesionarios han decidido acatar la ley. Ese es un dato fundamental.
–¿Ha perdido legitimidad y respeto el instituto por esas circunstancias?
–No. El IFE continúa siendo una institución que da un servicio muy importante a todos los mexicanos en dos vertientes: el permanente de otorgar credencial para votar, que para la mayoría se convierte en instrumento fundamental para identificarse. Segundo, en cada elección es organizar el proceso y dar certidumbre en los resultados. El ciudadano sabe que el instituto lo hace de manera profesional y transparente.
Sin dejar de reconocer que los resultados del proceso electoral de 2006 implicaron una situación crítica para el IFE, hubo un sector de la población que perdió confianza en el instituto. Teniendo eso en cuenta, para 2009 tuvimos particular cuidado en mostrar que el organismo es capaz de conducir un proceso cuyo resultado no arrojara dudas.
Respecto de los temas de fondo en materia electoral, destaca la necesidad de que se definan los nombres de los tres consejeros que debe designar el Congreso, a efecto de que se incorporen, tan pronto como se alcancen los acuerdos entre partidos, a las tareas del instituto.
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