Seguimos trabajando para cumplir todas las condicionantes que nos indicó la autoridad de medio ambiente
, señaló Jesús Guilabert, director del proyecto turístico de la empresa española
Lunes 19 de septiembre de 2011, p. 52
El desarrollo turístico Cabo Cortés, colindante con el parque nacional Cabo Pulmo, en Baja California Sur, sigue adelante. Hansa Baja Invesments no tiene intenciones de frenar el proyecto
y continúa con los estudios solicitados por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), informó la empresa.
El martes pasado el Senado de la República aprobó un punto de acuerdo para investigar a funcionarios de la Semarnat que autorizaron el proyecto. En la última resolución del estudio de impacto de ambiental que dio la dependencia en marzo, solicitó a Hansa Baja más estudios para que así obtenga su aprobación definitiva, informó la compañía española.
Esto se da aun con cuestionamientos de científicos nacionales e internacionales sobre los efectos que este plan puede ocasionar al parque arrecifal, el más conservado del mundo, según reportó el estudio Gran recuperación de la biomasa de peces en una reserva marina sin explotación, realizado por Octavio Aburto Oropeza y Exequiel Ezcurra, entre otros expertos, y que reveló que el número total de peces en el ecosistema de la reserva se incrementó en más de 460 por ciento de 1999 a 2009.
De acuerdo con información de la subsidiaria de la española Hansa Urbana, este plan no está ni frenado ni estancado, seguimos trabajando para dar cumplimiento a todas las condicionantes que la autoridad de medio ambiente nos indicó
.
Aseguró que los estudios realizados han demostrado que ninguna de las obras afectará el parque nacional, y que, por el contrario, Cabo Cortés contribuirá con recursos económicos a la protección y mejora del Parque Nacional de Cabo Pulmo
, señaló Jesús Guilabert Boyer, director del proyecto.
También rechazó que este plan tenga algún parecido con Cancún, es una demagogia la comparación entre ambos
. Detalló que en el centro turístico de Quintana Roo hay en más de 27 kilómetros de playa unos 100 hoteles, innumerables plazas comerciales, centros nocturnos, marinas y más de 250 restaurantes que reciben un millón de visitantes anuales en 28 mil cuartos de hotel.
Cabo Cortés se desarrollará en 3 mil 800 hectáreas, de las cuales 70 por ciento se destinarán a reserva ecológica, y el proyecto inmobiliario de 27 mil cuartos será en el resto de la superficie, en la zona más alejada del Parque de Cabo Pulmo, precisamente para poder garantizar la no afección negativa al mismo
.
Este desarrollo, de acuerdo con información de la propia empresa, se destinará en 90 por ciento al turismo de Estados Unidos y Canadá.
Hansa Baja indicó que está comprometida con el desarrollo de las poblaciones cercanas al plan, por lo que hizo una inversión millonaria
en la construcción del hospital de la Ribera, habrá habitaciones en Cabo Cortés para empleados, se dará prioridad a los trabajadores de la zona en la contratación de servicios y se firmarán convenios con organizaciones de pescadores y gremios de profesionistas para crear una futura bolsa de trabajo para el proyecto.
El Senado de la República aprobó el martes 13 un punto de acuerdo en el cual se exhorta a la Secretaría de la Función Pública a que realice una investigación exhaustiva de la autorización emitida por la Semarnat al proyecto Cabo Cortés.
El punto de acuerdo se refiere al procedimiento de responsabilidad administrativa DE-66/2011, interpuesto por Greenpeace y 5 mil 225 ciudadanos ante la Secretaría de la Función Pública, en contra de los funcionarios de la Semarnat: Mauricio Limón, subsecretario de Gestión para la Protección Ambiental, y Enrique González, ex director de Impacto y Riesgo Ambiental, quienes aprobaron el proyecto y ponen en riesgo a Cabo Pulmo, señaló la organización ambientalista.
Precisó que el exhorto de los senadores se suma a las opiniones de otras autoridades claves, como la Dirección General de Política Ambiental e Integración Regional y Sectorial de la Semarnat, que ha señalado la inviabilidad legal del proyecto, dado que contraviene tanto el Plan de Ordenamiento Ecológico de Los Cabos como programas sectoriales y legislación.
También mencionó a la Comisión Nacional de Áreas Protegidas, que en julio de 2009 emitió una opinión negativa sobre el informe de impacto ambiental presentado por Hansa, y sobre el impacto potencial del proyecto.
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