28 sept 2010

Estudiantes activistas y habitantes de San Juan Copala irrumpen en acto de la UNAM

Cambió de sede entrega de reconocimiento de miembros de la Conago por el centenario

Impugnan presencia de Ulises Ruiz y Peña Nieto; la queja, expresión plural: directivos


Emir Olivares Alonso
Periódico La Jornada
Martes 28 de septiembre de 2010, p. 17

Activistas estudiantiles y pobladores del municipio autónomo de San Juan Copala, Oaxaca, irrumpieron en la sala Miguel Covarrubias del Centro Cultural Universitario, donde mandatarios estatales entregarían al rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), José Narro Robles, un reconocimiento que la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago) aprobó dar a la institución con motivo de su centenario.

Con consignas que condenaban la presencia en el campus de los gobernadores de Oaxaca, Ulises Ruiz Ortiz –aunque éste había cancelado su participación–, y del estado de México, Enrique Peña Nieto, los manifestantes empujaron las puertas de acceso hasta que se decidió abrirlas para que ingresaran. Ahí dentro, y frente a la mirada de cientos de funcionarios universitarios, directores de facultades y centros de investigación, académicos y estudiantes tomaron el presídium para hacer oír su protesta.

Lo anterior ocasionó que el rector les pidiera primero, en las afueras de la sala, que se tranquilizaran, argumentando que este tipo de acciones le hacen daño a la Universidad. Más tarde, ya en el recinto, Narro convocó a los universitarios presentes a retirarse y suspendió la ceremonia.

Los sucesos se desencadenaron alrededor de las 18:30 horas –el acto estaba previsto para las 7 de la noche– y el reconocimiento tuvo que entregarse en un encuentro privado, en el sexto piso de la Torre de Rectoría, en el que, además del doctor Narro, estuvieron los gobernadores del estado de México, Enrique Peña Nieto; de Michoacán, Leonel Godoy; Coahuila, Humberto Moreira; Puebla, Mario Marín; Guanajuato, Juan Manuel Oliva, e Hidalgo, Miguel Ángel Osorio Chong.

En el acto, el rector aseguró que en México tenemos la urgencia y la oportunidad de dar un nuevo sentido a nuestro desarrollo, de regresar al apego a los valores cívicos y sociales fundamentales y diseñar un modelo de oportunidades e inclusiones. Los mandatarios destacaron la relevancia de la universidad pública e hicieron una reflexión sobre el problema de falta de oportunidades educativas que enfrenta el país.

Todo comenzó frente a la entrada principal de la sala Covarrubias, adonde llegaron alrededor de medio centenar de activistas de las facultades de Ciencias Políticas y Sociales y Contaduría y Administración, así como habitantes de San Juan Copala –que desde hace meses enfrentan el acoso de militantes de Ubisort, que han provocado asesinatos y violaciones sexuales a mujeres– y comenzaron a gritar en referencia al gobernador Ruiz: “fuera asesinos de la UNAM… fuera el PRI de la UNAM”.

En ese momento arribó el rector. Les pidió calma, pero los activistas continuaron protestando y Narro se alejó. Empezaron los intentos de forzar los portones de cristal y el personal de seguridad UNAM, para evitar un incidente mayor, recibió la orden de abrirlos.

Con pancartas y entre coros se metieron a la sala y ocuparon el escenario en el que se había colocado el presídium. Ahí rompieron los identificadores de los lugares de los gobernadores Ruiz, Peña Nieto y Marín. Algunos de los mandatarios no estaban en el lugar, sino en una sala privada adjunta, desde la que se dirigieron a la Torre de Rectoría.

Fue entonces cuando el doctor Narro ingresó a la Covarrubias, subió al escenario y anunció, a pesar de los gritos, que el acto se suspendía. Dijo: que todos los universitarios salgan. En ese instante uno de los activistas le gritó: Rector, ¿por qué invita a asesinos a la Universidad? Otro lo secundó: ¿Qué tienen que hacer un asesino y un violador en nuestra institución?

Ante la insistencia de sus colaboradores en que se retirara del escenario, el rector respondió que sólo se iría hasta que todos sus invitados abandonaran el lugar. Los manifestantes seguían exhibiendo pancartas en las que podía leerse: “Estado de México, primer lugar de feminicidios del país”, Justicia para San Juan Copala, No más desapariciones políticas. Presentación de los desaparecidos del EPR en Oaxaca. Cuando se fueron todos, los manifestantes salieron también y realizaron una rápida marcha por la zona cultural de la UNAM, para irse luego en dirección a la Facultad de Ciencias Políticas.

Tras el incidente varios directivos de la UNAM e integrantes de la Junta de Gobierno comentaban entre ellos que ésta era sólo una expresión plural de los universitarios.

Después se informó que el acto se había realizado en las oficinas del rector. Además de Narro, hablaron el presidente de la Comisión de Educación de la Conago, Humberto Moreira, y los mandatarios de Michoacán y Guanajuato.

Frente a los gobernadores, Narro subrayó que sin la labor, creatividad y entrega de los profesionales universitarios no habría grandes avances en el país. Sin el trabajo de ellos, México no sería lo que es, nuestras regiones tendrían menor desarrollo y la calidad de vida de la población sería inferior a la que hoy tenemos.

Agregó que en 100 años la UNAM ha cumplido sus responsabilidades con el desarrollo del país, porque ha sido una institución fundamental en la vida nacional al construir la base educativa, científica y cultural sobre la que se han organizado otras instituciones similares.

En su turno, Moreira –quien entregó el reconocimiento firmado por los 32 mandatarios estatales y que la Conago aprobó otorgar por unanimidad en junio pasado– dijo que el problema educativo del país está ligado a la falta de oportunidades de competitividad y seguridad. Agregó que actualmente 36 millones de mexicanos no tienen la educación básica terminada.

Reconoció la labor de la Universidad, y subrayó que la mejor forma de evaluar la educación no es con una calificación, sino a través de la movilidad social, la cual ha sido propiciada por la UNAM.

Godoy y Oliva coincidieron en que la universidad pública es el principal instrumento para combatir las desigualdades y la pobreza. El primero recordó los aportes de la UNAM y el segundo dijo que las contribuciones de la institución han sido fundamentales para el país. En la Conago rendimos honor a quien honor merece.

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