24 sept 2010

Reivindicar la academia es combatir la miseria, afirma Gabilondo Pujol


El filósofo español dijo que nunca nuestra palabra será efectiva y justa mientras el dolor y la pobreza alcancen a alguien

Arturo Jiménez y Emir Olivares
Periódico La Jornada
Viernes 24 de septiembre de 2010, p. 2

Durante uno de los dos discursos a nombre de los 16 nuevos doctores honoris causa de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), y en el contexto del centenario de la máxima casa de estudios, el filósofo y ministro de Educación de España, Ángel Gabilondo Pujol, advirtió que nunca seremos del todo libres mientras no lo seamos todos, nunca nuestra palabra será efectiva y justa mientras el dolor y la pobreza alcancen a alguien.

En la ceremonia, realizada en el Palacio de Minería, amenizada por el coro y orquesta de la Escuela Nacional de Música de la UNAM y cargada de un sentido científico, humanístico y artístico, pero también crítico y propositivo, Gabilondo Pujol planteó la posibilidad de reivindicar a la educación, la ciencia y la investigación como caminos en la lucha contra la miseria y la ignorancia que predominan en el mundo.

Dijo que en un mundo que ha hecho del éxito rápido, de la acumulación del poder, un sentido, resulta admirable celebrar la austeridad y la sencillez de los valores del compromiso, de la defensa y de la lucha por la diversidad, de la reivindicación de lo intercultural.

Antes el filósofo había compartido: Me ha parecido reconocer en los hoy investidos algo que no encuentro fácilmente en otros lugares. Los siento vinculados a una ascesis y a una soledad, a un retiro de los lugares cómodos y comunes que adoptan la forma, no de un aislamiento, sino de una solidaridad.

Esos investidos eran, además de él y Manzanilla, el lingüista y pensador estadunidense Noam Chomsky, el poeta y ensayista José Emilio Pacheco, el novelista peruano Mario Vargas Llosa, la dirigente indígena nicaragüense Mirna Kay Cunningham, el sismólogo argentino Vitelmo Bertero Risso, la filóloga germano-mexicana Margit Frenk, la disidente árabe y novelista egipcia Nawal El Saadawi.

Además, el cirujano plástico Fernando Ortiz Monasterio, el astrónomo Luis Felipe Rodríguez Jorge, el pintor y escultor Federico Silva, el filósofo y poeta Ramón Xirau, y el economista y ex secretario de Hacienda David Ibarra. También, la activista social francesa Simone Veil, quien no pudo asistir por motivos de salud, y de manera post mortem, el escritor Carlos Monsiváis.

En el otro discurso, la arqueóloga Linda Rosa Manzanilla Naim se refirió a verdades incómodas y denunció diversas irregularidades internas que afectan el funcionamiento de la Universidad.

La UNAM, institución noble y con virtudes innegables, vive un momento difícil. Las comunidades académicas se encuentran fisionadas por intereses políticos de personas que no han entendido que entre las fortalezas primordiales está la diversidad de pensamientos, opiniones y ópticas, señaló Manzanilla, cuyas investigaciones han aportado mayor conocimiento de la multiétnica ciudad prehispánica de Teotihuacán.

La transgresión de los vaivenes políticos de México en el ámbito de la UNAM ha socavado la armonía en nuestras comunidades de investigación y docencia, y esto es producto del afán de personas mediocres y rapaces por minar la fuerza de las colectividades pensantes, dijo la arqueóloga y egiptóloga, sin dar datos concretos.

El colapso de las concordias en nuestros ámbitos académicos: la falta de ética, los plagios, las difamaciones, las calumnias, la perversidad, han aflorado tristemente de manera coordinada a través de agentes de la fisión. Quienes han destruido las armonías deben ser acotados y eliminados de las esferas de decisión en la UNAM.

Manzanilla Naim aseguró que dentro de la Universidad operan personajes que emulan el quehacer de individuos siniestros como Edgar Hoover, quien en Estados Unidos espiaba la vida de personalidades políticas, artísticas y académicas para presionarlas con dicha información. Y pidió que cesen de esas prácticas.

Afirmó que más de una tercera parte del personal académico no trabaja, pese a evaluaciones negativas sobre su desempeño. Dijo que todas esas irregularidades deben conocerse para expulsarlas de la Universidad, y así construir un mejor futuro para la UNAM mediante la concordia, la diversidad, el consenso, la crítica constructiva, la libertad de disentir y la excelencia académica.

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